Una saludable es uno de los pilares del autocuidado para preservar la salud y reducir los factores de riesgo de ciertas enfermedades, señala la Asociación Latinoamericana de Autocuidado Responsable.

Sus expertos afirman que el tipo, la calidad y la cantidad de alimentos ingeridos son factores que marcan la diferencia entre una alimentación saludable y una no saludable.

Una verdura que aporta calcio. Fuente: Freepik
Una verdura que aporta calcio. Fuente: Freepik

La alimentación debe tener como fin que nuestro organismo reciba las vitaminas, fibras, proteínas y minerales que precisa para su funcionamiento y mantenimiento a lo largo de los años. En este marco, el calcio es uno de los minerales esenciales para mantener unos huesos y dientes fuertes, aunque también es importante para la coagulación de la sangre y para que el corazón, los músculos y los nervios funcionen correctamente, según la Clínica Universidad de Navarra (España).

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Una verdura que aporta calcio

Un bajo consumo de calcio, mantenido durante un periodo prolongado, es perjudicial para la salud de nuestros dientes y huesos, señala el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile. Por lo tanto, sus expertos afirman que las personas deben priorizar en su alimentación productos como leche y algunas frutas, legumbres y pescados.

Una verdura que aporta calcio. Fuente: Freepik
Una verdura que aporta calcio. Fuente: Freepik

En este marco, te contamos que existe una verdura que tiene una importante función en la mineralización ósea y la coagulación sanguínea debido a su contenido nutricional. Se trata de la col rizada (kale), un vegetal de hoja verde oscura que aporta vitaminas A, C y K, fibra y minerales como potasio y calcio, de acuerdo a datos difundidos por los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos.

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Incluir al kale en nuestra alimentación es una excelente decisión para fortalecer los huesos ya que tiene 135 mg de por cada 100g, más que la leche de vaca, que aporta 120, según un informe del Ministerio de Salud de Mendoza (Argentina). Su aporte de vitamina K es fundamental para la activación de proteínas que intervienen en la coagulación sanguínea y en la mineralización de los huesos.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que esta verdura puede consumirse cruda, en batidos, en sopas, cocida al vapor, asada o salteada con ajo y aceite de oliva.

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