La espinaca, una verdura de hoja verde ampliamente reconocida por sus múltiples beneficios para la salud, ha sido categorizada como un superalimento debido a su capacidad para mejorar la función de diversos sistemas del cuerpo.
Aunque puede disfrutarse de muchas maneras, una de las formas más efectivas de aprovechar sus propiedades es consumirla en forma de jugo, especialmente para aquellos que buscan apoyar el buen funcionamiento del hígado.
El hígado es un órgano vital encargado de numerosas funciones, incluyendo la desintoxicación del cuerpo, la producción de bilis para la digestión de grasas y la regulación de los niveles de proteínas y hormonas en el organismo. Dado su rol central en el mantenimiento de la salud, es fundamental asegurarse de que funcione correctamente, y aquí es donde la espinaca juega un papel importante.
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Consumir jugo de espinaca puede ser especialmente beneficioso para el hígado debido a su alto contenido de antioxidantes, como los flavonoides y carotenoides. Estos compuestos ayudan a proteger las células hepáticas de los daños causados por los radicales libres, que son moléculas inestables que pueden desencadenar estrés oxidativo y, a largo plazo, contribuir a enfermedades hepáticas. Además, la espinaca es rica en vitaminas A, C y K, así como en ácido fólico, todos ellos nutrientes que apoyan la regeneración celular y la desintoxicación del hígado.
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Según Andrea Ferrara, nutricionista clínica y funcional y posgraduada en Nutrición Clínica en Gastroenterología y Fisiología del Ejercicio por la Universidad Federal de São Paulo (UNIFESP), además de su capacidad para proteger y desintoxicar el hígado, la espinaca también es conocida por su alto contenido de hierro y clorofila. La clorofila, en particular, ha demostrado tener propiedades desintoxicantes que pueden ayudar a limpiar el hígado y mejorar su función. Al consumir espinaca en forma de jugo, estos nutrientes se absorben más fácilmente, lo que permite al cuerpo aprovechar al máximo sus beneficios.
Además, la espinaca es rica en oxalatos, compuestos que pueden interferir en la absorción de ciertos minerales como el calcio. Sin embargo, al consumirla cocida o blanqueada antes de hacer el jugo, se puede reducir la cantidad de oxalatos, lo que facilita la absorción de los nutrientes esenciales sin comprometer sus beneficios.