Todo lo que ingresa al cuerpo a través de la alimentación tiene una repercusión en nuestro organismo y su salud. Es que, si se priorizan ciertos alimentos, sus nutrientes llegan a los músculos, órganos y sistemas que intervienen en el funcionamiento integral del cuerpo humano.
Es así como las vitaminas, fibra, minerales y proteínas llegan a cada rincón del cuerpo. Sin embargo, no solo basta con una alimentación balanceada sino que el perfecto funcionamiento del intestino es fundamental para lograr que esos nutrientes sean absorbidos de forma adecuada.
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Desde la Fundación Española del Aparato Digestivo explican que el aparato digestivo dispone de un diseño perfecto para cumplir la misión que tiene encomendada, extraer de los alimentos las materias primas que servirán tanto para producir la energía que necesitamos en la actividad diaria como para fabricar y generar los elementos que conforman los distintos órganos y sistemas de nuestro organismo. En este sistema, el intestino cumple un rol preponderante.
El intestino, según señalan los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos, se encarga de continuar el proceso de la digestión de los alimentos que vienen del estómago y de absorber los nutrientes y el agua para usarlos en el cuerpo. Cuidar de su salud es fundamental para que todos los nutrientes lleguen a absorberse adecuadamente y, en este punto, una verdura muy utilizada en la gastronomía internacional puede colaborar.
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El cebollín, conocido también como cebollino o cebolla de verdeo, es una verdura que se popularizó en el ámbito de la cocina pero que la medicina tradicional ha resaltado por sus propiedades para la salud. Según el Ministerio de Salud de Mendoza (Argentina) esta especie contiene ácidos grasos Omega 3 y 6, vitaminas A, C y K, calcio y potasio, por lo que incluirla en nuestra alimentación es muy beneficioso.
Son estos nutrientes lo que le otorgan al cebollín propiedades positivas para colaborar con nuestra digestión. Es que esta verdura promueve una mejor absorción de nutrientes en el intestino y combate baterías por lo que ayuda a mantener una flora intestinal saludable. Además, colabora con el control del colesterol malo (LDL), convirtiéndose así en un gran aliado de la salud en general aunque, como sucede con todos los alimentos, su consumo debe ser moderado.
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