El chile poblano es una joya culinaria y nutricional en México. Su nombre proviene del Valle de Tehuacán, en el estado de Puebla, donde hay evidencia de su cultivo antiguo. Este chile, fundamental en la gastronomía mexicana, es carnoso, de tamaño grande y generalmente de color verde oscuro con una piel brillante. Aunque no se considera extremadamente picoso, tiene un sabor distintivo que puede sorprender con su intensidad en algunas ocasiones.
En México existen más de 100 variedades de chiles, entre los cuales los más comunes son el chile verde, el habanero, el pimiento morrón, el jalapeño y el chile poblano. La producción de chiles es una actividad económica primaria esencial en el país, y gracias a los altos estándares de calidad e inocuidad, el chile mexicano es altamente consumido a nivel mundial. Canadá, Japón y Estados Unidos son los principales compradores internacionales de este producto.
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El chile poblano es el favorito para rellenar, siendo el ingrediente principal de los famosos chiles en nogada. También se utiliza en una variedad de recetas como rajas con crema y queso, y se añade a salsas de jitomate en guisos de carne de puerco o huevos en rabo de mestiza. Aunque generalmente se usa cuando es verde, al madurar adquiere un color rojo intenso y al secarse se convierte en chile ancho, esencial para preparar moles.
La principal característica nutricional del chile poblano es su alto contenido de vitamina C, también conocida como ácido ascórbico. Esta vitamina es crucial para fortalecer el sistema inmunológico y combatir infecciones. Además, el color verde del chile indica la presencia de clorofila, que tiene efectos antioxidantes aunque se pierde fácilmente durante la cocción. La clorofila ayuda a retrasar el envejecimiento al combatir los radicales libres en el cuerpo, según la Secretaria de Agricultura del Gobierno de México.
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El chile poblano también es una excelente fuente de fibra, tanto soluble como insoluble. La fibra soluble ayuda a controlar los niveles de glucosa en la sangre y a reducir el colesterol LDL, conocido como "colesterol malo". La fibra insoluble, por otro lado, mejora la digestión y previene el estreñimiento. Incorporar chile poblano en la dieta puede ayudar a mantener una salud óptima, regulando el colesterol y promoviendo un sistema digestivo saludable.
Para disfrutar de sus beneficios, te invitamos a preparar algún platillo con chile poblano. Prueba hacer una salsa de chile poblano para acompañar tus comidas, o rellena los chiles con carne, queso o vegetales para una opción deliciosa y nutritiva. Además, considera usarlos en rajas con crema y queso, o añádelos a guisos para realzar el sabor de tus platillos.
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