La lavanda, una planta utilizada tradicionalmente en la medicina natural, ha demostrado ser un aliado eficaz en la lucha contra la ansiedad. Entre las preparaciones que incluyen esta planta, una de las más sorprendentes es el helado de lavanda, una opción refrescante y diferente que combina el sabor floral de la lavanda con la cremosidad de un postre casero. Esta preparación orgánica no solo satisface el paladar, sino que también ofrece beneficios calmantes, convirtiéndola en una excelente alternativa para aquellos que buscan métodos naturales para reducir el estrés.
La lavanda es conocida por sus propiedades relajantes. Según el libro “Tlayeyecolpahtli (medicina experimental)” del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), esta planta puede actuar directamente sobre el sistema nervioso, ayudando a disminuir los niveles de estrés y ansiedad. Al ser rica en compuestos volátiles que interactúan con los receptores del cerebro, la lavanda puede inducir una sensación de calma, lo que la convierte en un remedio natural para momentos de tensión. En lugar de recurrir a medicamentos, muchas personas optan por la lavanda en formas como infusiones, aceites esenciales o, más recientemente, en alimentos como el helado.
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El helado de lavanda es una forma innovadora de incorporar esta planta en la dieta diaria. A diferencia de los postres tradicionales, este helado no solo aporta un sabor único y refrescante, sino que también permite aprovechar los beneficios medicinales de la lavanda. Prepararlo en casa, utilizando ingredientes naturales y orgánicos, asegura que esté libre de conservantes o aditivos artificiales, lo que mejora aún más su valor como opción saludable. La mezcla de flores de lavanda con crema para batir y leche condensada da como resultado una textura suave y cremosa, ideal para cualquier momento del día.
Además de sus propiedades calmantes, la lavanda también puede mejorar la digestión, aliviar dolores de cabeza y promover un sueño más reparador. El consumo de esta planta ha sido tradicionalmente recomendado para tratar el insomnio y otros trastornos del sueño, ya que ayuda a relajar el cuerpo antes de dormir. Asimismo, sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas la convierten en una opción natural para aliviar síntomas del síndrome premenstrual o dolores menstruales.
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Si bien la lavanda es generalmente segura para la mayoría de las personas, su consumo en cantidades grandes o su uso en niños puede causar reacciones adversas, especialmente en personas alérgicas a la planta. Es importante asegurarse de que la lavanda utilizada en las preparaciones sea de origen orgánico y esté libre de pesticidas. Asimismo, se recomienda comenzar con pequeñas cantidades para evaluar cualquier posible reacción alérgica.
Preparar este postre en casa es sencillo y requiere ingredientes fáciles de encontrar, como crema para batir, leche condensada y flores de lavanda frescas o secas. Tras infusionar la crema con la lavanda, el resultado es un helado cremoso y delicado, perfecto para calmar los nervios en los días más tensos. Además, la versatilidad de la lavanda permite combinarla con otros sabores, como la miel o la menta, para potenciar aún más su efecto relajante.
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