Más Información
Salir a la calle en la Ciudad de México en los años 70 “era un acto completo de fe” para la vedette trans Emma Yessica Duvali, porque el sistema les puso la etiqueta de “criminales”. “Ojalá no me agarren este día”, pensaba.
Estrella de los cabarets y teatros, Emma Yessica Duvali fue víctima de la Guerra Sucia cuando el gobierno priista ejerció violencia contra los grupos disidentes, entre ellos las poblaciones LGBT+, por apariencia.
En el marco del Día de la Visibilidad Trans este 31 de marzo, El Taller de Los Martes, coordinado por el historiador Miguel Alonso Hernández y presentado en la librería Somos Voces, la artista y luchadora social contó que a los 17 años fue detenida por policías cuando platicaba con sus amigos homosexuales en la esquina de su casa.
“Yo no conocía el trabajo sexual, yo no conocía la droga, yo no conocía el alcohol, yo era una chica trans de casa (...) De repente a esta chica trans, se para el carro, la suben y la llevan a los separos de Tlaxcoaque (...) El crimen era estar vestida de mujer, porque para ellos, todo lo que estuviera fuera de sus doctrinas mentales, era malo”, contó al asegurar que para el gobierno todas las poblaciones LGBT+ “eran criminales”.
Lee también: La violencia contra las mujeres trans de la que no se habla
En los separos de la Plaza de Tlaxcoaque, la cantante estuvo retenida por casi un mes, además que fue incomunicada y rapada. También fue violentada sexualmente, sufrió transfobia y humillada frente a los otros detenidos que eran vistos por las autoridades como “una cuota humana”. Después fue trasladada a la sección de “las vestidas”.
Emma Yessica comentó que el elemento que la detuvo le preguntó si era hombre o mujer: “¿Eres hombre o eres mujer? Me quedé callada. ‘Si descubro que eres hombre te voy a partir tu madre’ y le dijo a los otros ‘súbanlo’, y ahí él cumplió su cuota humana para presentar a sus jefes”.
Emma Yessica Duvali fue liberada casi al mes gracias a las acciones de su papá con un judicial: “Creo que por eso hasta me salvé de ser desaparecida. Tlaxcoaque fue, no nada más la persecución, yo creo que era la intención de desaparecer a lo que ellos llamaban minorías, a la población LGBT, pero sobre todo a las mujeres trans”.
El elemento que la detuvo también fue detenido por haber trasladado a Emma Yessica a Tlaxcoaque siendo menor de edad.
“Creo que fuimos el foco de su mala idea y nos criminalizaron. Yo viví muchos años creyendo que era criminal porque estuve en una cárcel y sabíamos que las cárceles eran para los criminales y yo viví muchos años pensando que era criminal por el simple hecho de que era una vestida”, expresó.
Lee también: "Me mandaban coronas florales de muerto": la historia de Kenya, mujer trans en México
“Cuando los agarraban (en Zona Rosa) eran extorsiones, golpes, chantajes y muchas veces cárcel”, denunció. En los años 70, mencionó, mujeres trans se escondían subiéndose a los árboles, se metían debajo de los carros para que no se las llevaran e incluso se quitaban las pelucas y las zapatillas “y empezaban a caminar como chavos para que no las detectaran”.
“Con la población LGBT y con las mujeres trans sí hubo una persecución del Estado muy precisa. No sé si era desaparecer, pensaban que con cortarnos el cabello a lo mejor nuestra libertad iba a coartarse o pensaban que con esos atentados a nuestros físicos íbamos a dejar de ser quienes somos, no entiendo la idea.
“Pero sí existió una persecución terrible para nosotras las mujeres trans en los 70, 80 y todavía los 90”, declaró Duvali y aseguró que de varias mujeres trans nunca más supieron.
En los años 70, refirió la bailarina, no había documento alguno que avalara su identidad, por lo que no tenían posibilidades de trabajar o estudiar.
Emma Yessica Duvali contó que conoció personas que quedaron con discapacidad por la tortura que sufrieron, además que hubo desaparecidos. Señaló que el gobierno tiene una deuda con las poblaciones LGBT, ante la Comisión de la Verdad creada por la actual administración.
La estrella del espectáculo capitalino y de Acapulco no descartó un memorial en memoria de las víctimas de las poblaciones LGBT+ en la Guerra Sucia y denunció que el Estado sigue siendo cómplice de las personas trans que siguen siendo asesinadas “por omisión o incluso por complicidad”.
Actualmente hay una convocatoria para que las mujeres trans que fueron víctimas de la Guerra Sucia presenten sus denuncias para que se dignifiquen, e incluso pueda haber una reparación económica.