Las espinacas, una verdura de hoja verde rica en nutrientes, son altamente recomendadas por nutricionistas para incluir en nuestras cenas. Esta elección no solo promueve un mejor descanso nocturno, sino que también ayuda a despertar con una sensación de vientre plano y una digestión ligera. La clave de estos beneficios radica en la composición nutricional única de las espinacas, según detalla la experta en nutrición Sonia Lucena, que las convierte en un aliado perfecto para la salud y el bienestar.
Uno de los componentes estrella de las espinacas es el magnesio, un mineral esencial que conduce a la calma y la relajación. Incluir espinacas en la cena puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad, facilitando un sueño más profundo y reparador. La nutricionista Sonia Lucena destaca cómo el magnesio presente en las espinacas contribuye significativamente a mejorar la calidad del descanso.
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Las espinacas son una excelente fuente de fibra, lo que favorece una digestión eficiente y regular. Consumir espinacas en crudo maximiza este beneficio, ya que retienen todas sus propiedades naturales, incluyendo su alto contenido de agua y fibra, lo que las hace muy digestivas y bajas en calorías. Esto ayuda a evitar la sensación de pesadez antes de dormir y promueve un abdomen más plano al despertar.
Tomar espinacas en crudo asegura que se mantengan intactos sus niveles de vitamina C y K. La vitamina C es un potente antioxidante que combate el envejecimiento celular y protege contra el daño de los radicales libres. La vitamina K, por otro lado, contribuye a la salud de la piel y puede ayudar a reducir las ojeras, mejorando la apariencia general.
Aunque las espinacas tienen pocos carbohidratos, su aporte de proteínas es significativo. Además, contienen ácidos grasos de calidad que son cruciales para el mantenimiento de la salud cerebral y el bienestar emocional. El folato y el magnesio presentes en las espinacas también juegan un papel importante en el apoyo al estado de ánimo y la función cognitiva.
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La salud de nuestra microbiota intestinal está directamente relacionada con nuestro bienestar general y las espinacas son un alimento ideal para mantener una microbiota equilibrada. Un intestino saludable no solo mejora la digestión sino que también tiene un impacto positivo en nuestro estado de ánimo y función cerebral.
Una de las formas más sencillas y efectivas de incorporar espinacas en la cena es a través de ensaladas. Mezclarlas con otros vegetales crudos asegura una comida ligera pero nutritiva que prepara el cuerpo para un buen sueño nocturno.
Otra opción es preparar un smoothie verde con espinacas, frutas y otros vegetales. Este tipo de bebida es fácil de digerir y mantiene todos los nutrientes intactos.
Las espinacas también pueden ser un excelente acompañamiento para platos principales. Saltearlas ligeramente con un poco de ajo y aceite de oliva mantiene su sabor y propiedades, complementando cualquier cena de manera saludable.