Un avance científico ha puesto en el centro de atención una innovadora técnica que utiliza corrientes eléctricas leves para estimular las orejas. Conocida como estimulación transcutánea del nervio vago (tVNS), esta terapia podría ser clave para combatir los efectos del envejecimiento y mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Publicada en la revista Aging, esta técnica no invasiva recalibra el sistema nervioso autónomo, responsable de regular funciones vitales como el ritmo cardíaco, la digestión y la presión arterial.
Con el envejecimiento, el sistema nervioso autónomo puede perder su equilibrio entre las ramas simpática y parasimpática. Este desbalance, que favorece la activación del sistema simpático asociado al estrés, incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como hipertensión y problemas cardíacos. La estimulación del nervio vago mediante tVNS busca restaurar este equilibrio, promoviendo la actividad parasimpática, que fomenta la relajación y la recuperación corporal.
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Un estudio de la Universidad de Leeds, realizado en 29 voluntarios mayores de 55 años, demostró que el tratamiento diario con tVNS durante dos semanas mejoró significativamente la calidad de vida, los patrones de sueño y la salud mental de los participantes. Además, los investigadores observaron una reducción en la actividad simpática y un aumento en la parasimpática, fundamentales para el bienestar general.
La terapia no solo busca un equilibrio metabólico saludable, sino que también ofrece una alternativa no invasiva para prevenir enfermedades relacionadas con el estrés. Según la Dra. Beatrice Bretherton, líder del estudio, el nervio vago actúa como una puerta de entrada para manipular el metabolismo sin necesidad de fármacos ni procedimientos invasivos. Esto podría ser un cambio radical en la forma de abordar el envejecimiento y tratar trastornos como la hipertensión y algunos problemas de salud mental.
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Los efectos positivos de la tVNS van más allá de la regulación nerviosa. Al mejorar la actividad parasimpática, se reduce el riesgo de mortalidad y la dependencia de medicamentos. Asimismo, los participantes reportaron beneficios en su bienestar emocional y una notable mejora en su calidad de sueño, dos áreas fundamentales para una vida saludable.
A diferencia de otras técnicas que requieren implantes quirúrgicos, esta terapia estimula una rama del nervio vago accesible desde la oreja. Esto no solo la hace más económica, sino que también reduce los posibles efectos secundarios, posicionándola como una opción accesible para un amplio rango de personas.