La grelina es una hormona producida principalmente en el estómago, y su función principal es activar la sensación de hambre. Actúa en el hipotálamo, la zona del cerebro responsable de regular el apetito y el metabolismo, enviando señales para que el cuerpo sienta la necesidad de comer. Cada vez que los niveles de grelina aumentan, especialmente cuando se está en ayuno o con el estómago vacío, se despierta el hambre. Al comer, los niveles de esta hormona disminuyen, generando saciedad, según indica Mayo Clinic.
Para quienes buscan bajar de peso, controlar los niveles de grelina resulta clave. Sin esta hormona, la reducción del apetito sería mucho más sencilla. De hecho, algunos tratamientos actuales para la obesidad, como los agonistas del receptor GLP-1, actúan bloqueando las señales de hambre al interactuar con el receptor de grelina. Esto reduce la necesidad de ingerir alimentos, lo que favorece la pérdida de peso al reducir la ingesta calórica de manera controlada.
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Los estudios indican que la actividad física, especialmente el ejercicio intenso, disminuye los niveles de grelina en el organismo. Investigadores de la Universidad de Virginia descubrieron que el ejercicio vigoroso logra reducir la hormona del hambre de manera más efectiva que el ejercicio moderado, especialmente en mujeres. Al realizar ejercicios de alta intensidad, como saltos, planchas o sentadillas, se observa una disminución de grelina que ayuda a reducir el apetito por periodos prolongados.
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La grelina tiene dos formas principales: la grelina acilada (AG) y la grelina desacilada (DAG). La AG es la responsable directa de activar el apetito, mientras que la DAG, aunque no influye directamente en la sensación de hambre, cumple funciones importantes en el metabolismo de la glucosa y el movimiento del sistema digestivo. Se estima que la DAG constituye el 80% de la grelina total en el cuerpo.
Los estudios actuales señalan que el sexo biológico puede influir en cómo se regula la grelina a través del ejercicio. Los experimentos mostraron que, tras el ejercicio de alta intensidad, las mujeres registraron una mayor disminución en ambas formas de grelina, lo que sugiere que pueden experimentar un mayor efecto supresor del apetito en comparación con los hombres. Esto abre el camino para investigaciones futuras sobre la respuesta hormonal al ejercicio en función del género y su relación con el control del apetito.