El mango es mucho más que una fruta tropical deliciosa; es un verdadero tesoro nutricional, especialmente por su capacidad para proteger al cuerpo contra diversos tipos de cáncer, como el de mama, leucemia, próstata y colon. Esta fruta, que destaca por sus colores vibrantes y su sabor dulce, es rica en una variedad de nutrientes esenciales que no solo fortalecen el sistema inmunológico, sino que también combaten enfermedades graves.
Una de las principales razones por las que el mango es tan efectivo en la lucha contra el cáncer radica en su contenido antioxidante. Los antioxidantes son sustancias que ayudan a combatir los radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar las células y desencadenar enfermedades crónicas como el cáncer. El mango, en particular, contiene compuestos bioactivos como los polifenoles y el betacaroteno, ambos conocidos por sus propiedades anticancerígenas. Estos compuestos ayudan a prevenir la mutación de células y su proliferación descontrolada, una característica clave en el desarrollo del cáncer.
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Además, el mango es una fuente rica en fibra, lo que contribuye a la salud digestiva y reduce el riesgo de cáncer de colon. La fibra favorece el tránsito intestinal y ayuda a eliminar sustancias nocivas del cuerpo, lo que puede prevenir la acumulación de toxinas en el tracto digestivo.
El mango no solo protege contra el cáncer, sino que también es beneficioso para otros aspectos de la salud, según detalla la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Por ejemplo, su alto contenido en vitaminas A y C lo convierte en un aliado perfecto para la piel, la vista y el sistema inmunológico. La vitamina A es esencial para mantener una visión saludable y evitar enfermedades oculares, mientras que la vitamina C promueve la producción de colágeno, fundamental para la elasticidad de la piel y la salud de las articulaciones.
Por otro lado, el mango es una excelente fuente de potasio y magnesio, minerales que ayudan a regular la presión arterial y mejorar la función cardíaca. Esto significa que, al consumir mango regularmente, no solo se está protegiendo contra el cáncer, sino también cuidando del corazón.
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Otro de los beneficios del mango es su capacidad para ayudar en la pérdida de peso. Al ser bajo en calorías y rico en fibra, el mango genera una sensación de saciedad que ayuda a controlar el apetito, evitando así la ingesta excesiva de alimentos. Además, los ácidos tartárico y málico presentes en esta fruta ayudan a depurar el organismo, lo que también contribuye a la pérdida de peso y a mejorar la digestión.
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