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La nuez moscada es una especia popular, especialmente durante el otoño, gracias a su capacidad para realzar sabores en platos dulces y salados. Desde postres hasta sopas, esta especia añade profundidad y calidez a diversas recetas. Sin embargo, a pesar de sus beneficios, es crucial consumirla en cantidades controladas, ya que en dosis elevadas puede ser perjudicial.
¿De dónde proviene la nuez moscada?
La nuez moscada se obtiene de la semilla de un árbol perenne originario de Indonesia. Una vez extraída la semilla, se elimina su cáscara exterior y se muele hasta obtener el polvo fino que solemos encontrar en el supermercado. Esta especia es un ingrediente esencial en numerosas preparaciones, desde salsas hasta guisos, y se valora por su capacidad para potenciar el sabor sin necesidad de añadir sal o azúcar.
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¿Qué ocurre si consumes demasiada nuez moscada?
Aunque es saludable en pequeñas cantidades, el consumo excesivo de nuez moscada puede ser tóxico. Esto se debe a la miristicina, un compuesto químico que, en grandes dosis, puede causar efectos adversos como malestar gastrointestinal, mareos, náuseas e incluso alucinaciones. Según el Colegio Estadounidense de Médicos de Emergencia, hubo un aumento en los casos de intoxicación por nuez moscada debido a retos virales en redes sociales.
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La dietista Caroline Thomason sugiere no exceder las dos cucharaditas al día. Usar una pizca para sazonar tus comidas es más que suficiente para disfrutar de sus beneficios sin correr riesgos.
¿Quiénes deben evitar la nuez moscada?
Ciertas personas deben ser más cautelosas con esta especia. Mujeres embarazadas, por ejemplo, deben evitarla debido a que puede interferir con la producción de prostaglandinas, esenciales para el desarrollo fetal. En dosis elevadas, existe el riesgo de contracciones prematuras o abortos espontáneos.
Asimismo, las personas que toman psicofármacos como los inhibidores de la Monoamino-Oxidasa (IMAO) deben abstenerse, ya que la miristicina podría alterar la efectividad de estos medicamentos, generando complicaciones en el sistema nervioso central.