La sopa de calabaza, además de ser un deleite culinario, se ha ganado un lugar privilegiado en la dieta de muchas personas gracias a sus innumerables beneficios para la salud. Este platillo, que se puede disfrutar en cualquier época del año, es especialmente popular durante el otoño y el invierno. A pesar de ser considerada una verdura, la calabaza es técnicamente una fruta, al igual que el calabacín, el pepino y la berenjena. Su sabor dulce y su versatilidad culinaria la convierten en un ingrediente indispensable en muchas recetas.
Todos los beneficios nutricionales que tiene la calabaza
Según OSF Healthcare, la calabaza es una fuente rica en vitaminas, minerales y fibra, y es notablemente bajo en calorías. Su alto contenido de antioxidantes, especialmente el betacaroteno, junto con vitaminas A, B, C y E, hacen que sea un alimento muy nutritivo. Además, la calabaza contiene minerales esenciales como potasio, calcio, magnesio, hierro y zinc. También es rico en ácidos grasos Omega 3 y diversos aminoácidos que benefician la salud en general.
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Uno de los mayores beneficios de la sopa de calabaza es su capacidad para proteger la piel y mejorar la vista. La vitamina A presente en la calabaza es esencial para la salud ocular, ayudando a prevenir problemas de visión y promoviendo una piel saludable. Esta vitamina también es conocida por su capacidad para reducir la inflamación y mejorar la elasticidad de la piel, lo que contribuye a un aspecto más joven y saludable.
La calabaza es un excelente alimento para personas que sufren de hipertensión debido a su bajo contenido de sodio y alto contenido de potasio. El potasio ayuda a regular la presión arterial y a prevenir enfermedades cardiovasculares. Además, sus propiedades diuréticas naturales facilitan la expulsión de líquidos innecesarios del cuerpo, lo que contribuye a la desintoxicación y al funcionamiento óptimo de los riñones.
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La sopa de calabaza es muy beneficiosa para el sistema digestivo. Contiene mucílago, una sustancia que también se encuentra en alimentos como la chía y las algas, que ayuda a proteger la mucosa gástrica y a mejorar la digestión. Esto la hace ideal para personas con gastritis, úlceras o digestiones lentas. Además, debido a su bajo contenido calórico y alto contenido de fibra, la calabaza es perfecta para quienes buscan perder peso. Proporciona una sensación de saciedad que ayuda a controlar el apetito sin agregar calorías adicionales.
El intenso color naranja de la calabaza indica una alta concentración de antioxidantes, que ayudan a combatir el envejecimiento celular y fortalecen el sistema inmunológico. Estos antioxidantes son cruciales para proteger el cuerpo contra enfermedades crónicas y mantener una salud óptima. Además, el bajo contenido de hidratos de carbono y el alto contenido de fibra hacen que la calabaza sea un alimento excelente para personas con diabetes, ya que ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre.