En una sociedad marcada por el ritmo frenético y la autoexigencia, muchas personas buscan herramientas que les permitan reconectar consigo mismas. Una de las actividades que está ganando protagonismo por sus beneficios emocionales y cognitivos es escribir a mano. Según la psiquiatra Marian Rojas Estapé, esta práctica ayuda a ralentizar la mente, desconectar del piloto automático y procesar las emociones de manera más consciente.
Un estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, publicado en Frontiers in Psychology, demostró que esta actividad activa regiones del cerebro relacionadas con la memoria y la creatividad, como las áreas frontal y temporal. Además, fomenta la concentración, ayuda a procesar información y potencia la imaginación, al liberar al cerebro derecho para soñar y sentir.
Leer más: Conoce la Oubaitori; la filosofía japonesa ideal para alcanzar la serenidad
Por su parte, la psicóloga Jessica Vira, experta en escritura terapéutica, añade que esta práctica es una herramienta clave para gestionar el estrés y la ansiedad. Escribir permite expresar pensamientos y emociones sin juicios, lo que no solo aclara la mente, sino que también alivia tensiones acumuladas.
La clave para comenzar a escribir es no preocuparse por la cantidad. Escribe lo que necesites, sin reglas ni preocupaciones por la gramática. Recuerda que lo importante es ser auténtico y nadie más leerá lo que has escrito.
La coach Sol Aguirre también enfatiza la importancia de tomarse tiempo para uno mismo. Según ella, “ralentizar la marcha” es esencial para salir del estrés constante y reencontrarse con el propio ser, un primer paso hacia cualquier proceso de reinvención personal.
Escribir a mano no solo es un ejercicio de conexión interior, sino también una forma de transformar el caos mental en calma, un regalo simple pero poderoso en el camino hacia el bienestar emocional.