Si buscas mantener un cuerpo en forma, los ejercicios de fuerza deben ser una parte vital de tu entrenamiento. Con una rutina adecuada, no sólo tendrás un mejor desarrollo muscular, sino que verás su efecto en la pérdida de peso. Es por eso que hoy te traemos 3 ejercicios de fuerza que son ideales para alcanzar tus objetivos de acondicionamiento físico.
Las flexiones, también conocidas como push-ups, son un ejercicio de fuerza sumamente conocido y una parte esencial de muchas rutinas de entrenamiento. ¿Quién no ha tenido que realizar flexiones, al menos, en el gimnasio de la escuela? Este ejercicio se centra en fortalecer los músculos del pecho, los hombros y los tríceps, trabajando tu parte superior del cuerpo.
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Para realizar flexiones correctamente, coloca las manos a la anchura de los hombros y distribuir tu peso uniformemente sobre ellas. Mantén el cuerpo en una línea recta desde la cabeza hasta los talones. Baja el pecho hacia el suelo doblando los codos y luego regresa a la posición inicial. Para principiantes, apoyar las rodillas en lugar de los pies puede ser una opción para disminuir la intensidad del ejercicio.
Las sentadillas son un ejercicio clásico que se enfoca en fortalecer las piernas, los glúteos y la espalda baja. Aunque a muchos los tienta esquivar este ejercicio, se trata de un movimiento no solo para ganar fuerza, sino que también puede ser un aliado en la pérdida de peso.
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Para realizar este ejercicio adecuadamente, comienza con los pies a la altura de los hombros y las palmas hacia abajo, extendiendo los brazos frente a ti. Luego, empuja las caderas hacia atrás mientras doblas las rodillas y bajas el cuerpo. Asegúrate de que las rodillas no se extiendan más allá de los dedos de los pies y que mantengas la espalda recta. Luego, regresa a la posición inicial. Las sentadillas no solo fortalecen tus piernas, sino que también mejoran la flexibilidad y el equilibrio.
Las planchas se enfocan en fortalecer el núcleo, que incluye los músculos abdominales, lumbares y pélvicos. Tener un núcleo fuerte es esencial para mantener una buena postura, prevenir lesiones y mejorar el equilibrio. Así que, por más que sufras las primeras veces haciendo este ejercicio, no lo saltees.
Para realizar una plancha, colócate boca abajo, apoyándote en los antebrazos y las puntas de los pies. Mantén el cuerpo en una línea recta desde la cabeza hasta los talones y contrae los glúteos y el abdomen. Sostén esta posición durante unos segundos antes de relajarte. A medida que aumente tu fuerza, puedes aumentar el tiempo de retención.