Más Información
Una correcta elección de los alimentos es importante para lograr que las personas logren una buena salud durante toda su vida, señala un estudio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Una buena nutrición, explica, puede ayudar a las personas a vivir más tiempo y reducir el riesgo de padecer enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y obesidad, entre otras.
En este punto viene bien saber que los alimentos altos en grasa añaden un exceso de calorías a nuestra dieta y puede conducir al aumento de peso y la obesidad o aumentar el riesgo de tener ciertos problemas, remarca la Academia Estadounidense de Médicos de Familia. Además, añade que si una persona consume grandes cantidades de grasas saturadas y trans, es más propensa a desarrollar colesterol alto y enfermedad coronaria.
Lee también: La fruta esencial para prevenir la osteoporosis y mejorar la absorción de calcio en la menopausia
¿Manteca o aceite?
Desde el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (México) precisan que las grasas que obtenemos de los alimentos son una fuente de energía importante y ayudan a nuestro cuerpo a absorber las vitaminas y a mantenerlo sano. Sin embargo, advierte la diferencia entre las grasas saludables (Omega 3, monoinsaturadas y poliinsaturadas) y las grasas no saludables (grasas saturadas y grasas trans).
Un estudio del Instituto Alemán de Nutrición Humana explica que el consumo de grasas saludables mejora significativamente los perfiles de grasa en sangre y disminuye el riesgo de padecer diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Además, pone frente a frente a dos alimentos muy conocidos y recomendados: la manteca y el aceite.
Lee también: ¿Cuántos tipos de acné existen y cómo evitar que deje marcas en la piel?
Sobre estos alimentos, su contenido nutricional es lo que determina su impacto en la salud y si en estos predominan principalmente las grasas saludables o las no saludables. La manteca se compone en un 50% de grasas saturadas, pero aporta vitaminas A y D, además de energía. Consumirla en exceso puede causar problemas como diabetes tipo 2, aterosclerosis y obesidad.
En cuanto al aceite, el estudio reveló que se compone principalmente de grasas monoinsaturadas y aporta vitamina E y antioxidantes. Su consumo moderado se relaciona con la prevención del daño celular y la protección del corazón. Aceites como el de oliva virgen extra, explica el doctor Fabián Eichelmann, uno de los autores de la investigación, se relacionan con la disminución del riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.