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El proceso de fermentación de frutas está ganando popularidad como una forma innovadora de mejorar la salud digestiva. Este método no solo preserva las propiedades nutricionales de las frutas, sino que también promueve la proliferación de bacterias beneficiosas que favorecen el buen funcionamiento del intestino. Entre las frutas más destacadas para fermentar y ayudar al intestino delgado están la manzana y el maracuyá, según investigaciones recientes.
¿Por qué la manzana fermentada es beneficiosa?
La manzana es rica en flavonoides, compuestos bioactivos que tienen un efecto antioxidante y antiinflamatorio en el cuerpo. Al ser fermentada, sus propiedades se intensifican, ya que el proceso de fermentación promueve la aparición de bacterias que ayudan a regular la flora intestinal. Esto es particularmente importante para el intestino delgado, que es responsable de la absorción de la mayoría de los nutrientes.
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Según un estudio realizado por científicos de ACS Agricultural Science & Technology, la fermentación del jugo de manzana con una colonia simbiótica de bacterias y levaduras (SCOBY) genera una bebida rica en flavonoides, comparables a los niveles que se encuentran en la kombucha tradicional. Los expertos señalan que esta bebida tiene un sabor agradable y contiene altas cantidades de compuestos antioxidantes que podrían contribuir a reducir la inflamación en el sistema digestivo, ayudando al buen funcionamiento del intestino delgado.
¿Qué aporta el maracuyá fermentado?
El maracuyá, por su parte, es conocido por ser una fruta tropical con un sabor intenso y una alta concentración de vitamina C y antioxidantes. Al ser fermentado, se vuelve una bebida rica en antocianinas, que no solo le otorgan un atractivo color, sino que también ofrecen beneficios para la salud cardiovascular y digestiva.
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Aunque los estudios indican que la bebida fermentada de maracuyá tiene un sabor más amargo en comparación con la de manzana, también aporta beneficios considerables para la salud del intestino. Los compuestos fenólicos presentes en el maracuyá fermentado, aunque en menor cantidad que en la manzana, siguen siendo efectivos para favorecer la absorción de nutrientes y mejorar la digestión.
¿Cómo afecta la fermentación al intestino delgado?
El intestino delgado juega un papel clave en la digestión y absorción de los alimentos, por lo que mantener su buen funcionamiento es esencial para la salud general. Las frutas fermentadas, como la manzana y el maracuyá, proporcionan probióticos naturales que ayudan a mantener un equilibrio adecuado de bacterias en el tracto digestivo. Además, la fermentación de estas frutas favorece la creación de ácidos orgánicos que mejoran la absorción de vitaminas y minerales.
¿Es mejor opción que la kombucha?
Si bien la kombucha tradicional, elaborada a partir de té fermentado, sigue siendo una opción popular para mejorar la salud intestinal, el zumo de manzana fermentado ha demostrado ser una alternativa atractiva. Según los catadores de un estudio, la bebida de manzana no solo contiene más flavonoides que la kombucha, sino que también tiene un sabor más agradable. Por otro lado, el maracuyá fermentado ofrece una opción más exótica y ligeramente amarga, pero igual de beneficiosa para el intestino.
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