El estrés laboral es una realidad que afecta a millones de personas alrededor del mundo, impactando directamente en su salud física y mental. Según un estudio reciente de la Universidad de Harvard, liderado por el psiquiatra Robert Waldinger, existen ciertas profesiones que, por la naturaleza de sus responsabilidades, presentan niveles alarmantemente altos de estrés y carga negativa. Estas ocupaciones no solo demandan grandes esfuerzos físicos o mentales, sino que también están asociadas con altos riesgos, exigencias emocionales intensas o ambientes de trabajo tóxicos. A continuación, exploramos los diez trabajos más estresantes según esta prestigiosa institución.
Según la investigación, la infelicidad en esta ocupación radica principalmente en la falta de oportunidades de crecimiento. Los técnicos de farmacia suelen estar atrapados en un ciclo repetitivo de tareas, lo que genera una sensación de estancamiento y frustración.
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Aunque se trata de una profesión técnica, la carga administrativa y la falta de participación directa en el trabajo de ingeniería real convierten a este puesto en una fuente de tristeza para muchos. La desconexión entre la expectativa y la realidad laboral es un factor clave.
Los bajos salarios son el principal motivo por el cual los maestros aparecen en esta lista. A pesar de la importancia de su trabajo en la sociedad, la compensación económica no siempre está a la altura de sus responsabilidades, lo que genera altos niveles de estrés y frustración.
Este trabajo es conocido por ser altamente estresante debido a las demandas constantes y la falta de reconocimiento. Los asistentes administrativos a menudo se enfrentan a cargas de trabajo excesivas y poca capacidad de decisión, lo que contribuye a una alta insatisfacción.
Las largas jornadas laborales y la necesidad de mantener una disposición amable y atenta durante todo el día hacen de esta una ocupación estresante. Además, la repetitividad y la falta de oportunidades de crecimiento generan un sentimiento de tristeza en muchos cajeros.
Aunque podría parecer un puesto prestigioso, ser director general implica un ambiente tenso y distante con el resto de los empleados. Las largas horas de trabajo y la enorme responsabilidad generan altos niveles de estrés, lo que hace que este puesto no sea tan deseable como podría parecer.
El trabajo de un analista de datos puede ser solitario y repetitivo, lo que lleva al distanciamiento social y al agotamiento emocional. La falta de interacción humana y la monotonía de las tareas convierten a este trabajo en una fuente de emociones negativas.
Estar en contacto permanente con los problemas de los clientes es emocionalmente agotador. Esta ocupación requiere un manejo constante de emociones negativas, lo que contribuye a altos niveles de estrés y desgaste emocional.
Los salarios bajos, combinados con la presión constante para alcanzar objetivos de ventas, hacen de esta una profesión particularmente estresante. Además, la falta de reconocimiento y las largas jornadas laborales contribuyen a la infelicidad de quienes trabajan en este sector.
Aunque tiene un título de gerente, el bajo salario y la gran responsabilidad no suelen estar equilibrados. La presión por cumplir con metas de ventas y la falta de recompensas adecuadas generan una alta carga emocional negativa en este puesto.
El estudio de Harvard pone en evidencia cómo ciertos trabajos pueden ser una fuente constante de estrés y emociones negativas, lo que impacta directamente en la calidad de vida de los trabajadores. Es esencial tomar medidas para mitigar los efectos del estrés laboral, debido a que esto puede llevar a la saturación física y mental de las personas, afectando no solo su salud personal, sino también su entorno familiar y social.
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