El yogur natural, especialmente el yogur griego, es altamente recomendado por expertos en alimentación debido a sus múltiples beneficios para la salud, incluyendo la prevención de la obesidad. Según la endocrinóloga estadounidense Florence Comite, el yogur es rico en proteínas de alta calidad, calcio, magnesio y ácido gamma-aminobutírico (GABA), un neurotransmisor que puede relajar el cuerpo, reducir el estrés y mejorar el sueño . Además, los alimentos fermentados como el yogur ayudan a mantener una flora intestinal saludable, lo cual es crucial para la salud general y la prevención de enfermedades.
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El consumo de yogur se ha asociado con un menor riesgo de obesidad central, es decir, la acumulación de grasa en la zona abdominal. Según el epidemiólogo Miguel Ángel Martínez-González, este efecto puede deberse a los probióticos presentes en el yogur, que benefician la flora intestinal y, a su vez, ayudan en la regulación del metabolismo y la absorción de nutrientes .
El yogur contiene bacterias vivas que equilibran la flora bacteriana del intestino, potenciando el sistema inmunológico y ayudando a prevenir infecciones y otras enfermedades. Esta propiedad probiótica del yogur es crucial para mantener una digestión saludable, lo que puede contribuir a un mejor control del peso .
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El yogur natural es una excelente fuente de nutrientes esenciales. Contiene vitaminas como la vitamina B12 y riboflavina, y minerales como el calcio y el fósforo. Estos nutrientes son fundamentales para el mantenimiento de huesos fuertes y el correcto funcionamiento metabólico, lo que es vital para prevenir el aumento de peso y la obesidad.
Otro detalle muy importante es que aunque tiene una composición muy similar a la leche, el yogur tiene una menor proporción de lactosa porque en el proceso de fermentación se va transformando en ácido láctico, sumado a que las proteínas de la leche se digieren mejor cuando proceden del yogur, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).