Entre las recomendaciones para el cuidado de la salud se encuentran una alimentación balanceada, la práctica regular de activad física, dormir adecuadamente y evitar vicios, entre otras. Todas pueden enmarcarse en hábitos saludables que buscan el bienestar presente y un futuro con una buena calidad de vida.
Desde la Universidad de Harvard señalan la importancia de dormir bien ya que consideran que un buen descanso es fundamental para que las personas tengan energía y eviten ciertos problemas de salud. Tener un horario regular para dormir, utilizar ropa cómoda, eliminar ruidos o luces muy intensas, reducir el consumo de café antes de acostarse y evitar el consumo de alcohol, son algunas de las recomendaciones de sus expertos para tener una buena higiene del sueño.
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Más allá de lo señalado, qué sucede cuando al despertar lo hacemos con dolor de cabeza. Por lo general, indican desde la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, un dolor de cabeza tensional provoca dolor o malestar en la cabeza, el cuero cabelludo o el cuello. Este puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común en adolescentes y adultos, y pueden ser una respuesta al estrés, la depresión, una lesión en la cabeza, la ansiedad o una mala postura a la hora de dormir.
Es en este marco que intentar dormir cuando se padece un dolor de cabeza o buscar despertar sin sufrir este tipo de dolencias se vuelve algo sumamente necesario. Por ello, algunos expertos han estudiado cuál sería la postura adecuada para poder dormir y se ha llegado a una conclusión.
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A la hora de dormir, coinciden los expertos, la columna vertebral es clave y es por eso que la osteópata Diana Shadbehr indica que lo ideal es adoptar una posición que, además de ser cómoda, permita alinear el cuello y la columna. Esa afirmación suma el respaldo de Raj Dasgupta, médico del sueño y profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, quien añade que para evitar el dolor de cabeza hay que evitar dormir boca abajo porque eso produce una extensión excesiva del cuello.
Lo ideal entonces es dormir boca arriba o de costado y utilizando una almohada que se adapte a la forma del cuello y la cabeza. El objetivo es, como indica Shadbehr, lograr una alineación entre la cabeza y la columna vertebral lo que permitirá evitar la tensión, una mejor relajación y un descanso adecuado.