Las enfermedades cerebrales, como los derrames o accidentes cerebrovasculares (ACV), están en gran medida relacionadas con la formación de coágulos sanguíneos, una condición que puede derivar en graves complicaciones de salud. Sin embargo, existen alimentos que, además de aportar nutrientes importantes, ayudan a prevenir este tipo de problemas. Entre ellos, destaca la quinoa, un grano integral que ha ganado popularidad por sus beneficios para la salud cardiovascular y cerebral.
La quinoa es conocida por su riqueza en ácidos grasos omega-3, antioxidantes, magnesio y fibra dietética, elementos clave para mejorar la salud del sistema cardiovascular y cerebral, según la Biblioteca Nacional de Medicina. Los ácidos grasos omega-3, presentes en este grano, desempeñan un papel fundamental en la protección de las arterias, ya que ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y disminuyen la presión arterial, factores cruciales para evitar la formación de coágulos. Además, estas grasas saludables combaten la inflamación sistémica, que contribuye al desarrollo de enfermedades como la aterosclerosis, un precursor de los coágulos.
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La quinoa es una fuente notable de antioxidantes, especialmente la quercetina y el kaempferol. Estos compuestos tienen propiedades antiinflamatorias y cardioprotectoras, lo que significa que ayudan a reducir el daño celular causado por los radicales libres, moléculas que aceleran el envejecimiento y están implicadas en el desarrollo de enfermedades crónicas. Al actuar como escudos protectores, los antioxidantes contribuyen a la salud cerebral al reducir los factores de riesgo asociados con problemas cardiovasculares y coágulos.
Este grano es también una excelente fuente de magnesio, un mineral esencial para el buen funcionamiento del cuerpo, especialmente para la regulación de la presión arterial y la función muscular. La carencia de magnesio es común en las dietas modernas y puede aumentar el riesgo de hipertensión, un factor que facilita la aparición de coágulos. Consumir alimentos ricos en este mineral, como la quinoa, ayuda a controlar la presión arterial y a proteger la salud de los vasos sanguíneos.
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La fibra dietética presente en la quinoa contribuye a la salud digestiva, promoviendo el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas. La salud intestinal es importante para reducir la inflamación en el cuerpo y, a su vez, disminuir el riesgo de formación de coágulos. Además, al mejorar la digestión y reducir el colesterol, la fibra es un aliado en la protección del sistema cardiovascular.
La versatilidad de la quinoa permite integrarla en una amplia variedad de recetas. Puede utilizarse en ensaladas, guisos o como un sustituto del arroz. Su sabor suave facilita su incorporación a platos salados o incluso en postres. Cocinarla es sencillo: basta con hervirla en agua durante unos minutos hasta que esté suave. De esta manera, añadir este grano a la dieta no solo es práctico, sino que también representa un paso importante para cuidar la salud cerebral y prevenir la formación de coágulos sanguíneos.