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El cáncer de cabeza y cuello afecta anualmente a cerca de 900.000 personas en todo el mundo. Estos tumores incluyen zonas como la cavidad oral, la nariz, la garganta y la laringe, y su prevención sigue siendo un desafío médico. Sin embargo, un hábito cotidiano podría marcar una diferencia significativa: el consumo moderado de café y té, según un reciente metaanálisis publicado en la revista Cancer.
¿Qué reveló el estudio sobre el consumo de café y té?
La investigación analizó datos de 25.000 participantes en América Latina, Europa y América del Norte. Los resultados sugieren que beber más de cuatro tazas diarias de café con cafeína podría reducir hasta un 17% el riesgo general de desarrollar cáncer de cabeza y cuello. Específicamente, se encontró una disminución del 30% en el riesgo de cáncer en la cavidad oral y un 22% en los tumores de la garganta. Incluso el café descafeinado mostró beneficios, reduciendo en un 25% las probabilidades de cáncer en la cavidad oral.
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Por otro lado, el té demostró una asociación más modesta. El consumo de hasta una taza diaria se vinculó con una reducción del 9% en el riesgo general de estos cánceres. Sin embargo, beber más de esta cantidad se asoció con un aumento del 38% en el riesgo de cáncer de laringe, posiblemente relacionado con el reflujo gastroesofágico.
¿Qué componentes podrían proteger contra el cáncer?
El café y el té contienen compuestos bioactivos como antioxidantes y polifenoles, que podrían desempeñar un papel en la prevención del cáncer. Aunque los mecanismos exactos no están claros, estos compuestos podrían limitar el daño celular y la inflamación crónica, factores asociados con el desarrollo de tumores. Los investigadores subrayan la necesidad de realizar estudios adicionales para comprender cómo estas bebidas pueden integrarse en estrategias preventivas.
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Limitaciones y recomendaciones
Pese a los hallazgos positivos, los científicos destacan que los datos son observacionales, es decir, no establecen una relación de causa y efecto directa. Además, factores como el tabaquismo o el consumo de alcohol podrían influir en los resultados, dado que estas prácticas están estrechamente ligadas al cáncer de cabeza y cuello.
Aunque el consumo moderado de café y té puede formar parte de un estilo de vida saludable, los expertos enfatizan la importancia de evitar el tabaco y el alcohol, responsables de hasta un 90% de los casos de este tipo de cáncer.