Ezequiel Cantú se acerca a un pizarrón y sin dudarlo un solo segundo pega unos stickers de paneles solares en el techo de una casita dibujada a mano. A su muy corta edad, este futuro ingeniero ya sabe qué son las energías limpias desde que, en su humilde escuela, le instalaron varios sistemas fotovoltaicos que hoy brindan electricidad a las aulas.
Con un evento en el Jardín de Niños José Eleuterio de la comunidad Las Diligencias, en el municipio de Monterrey, el Gobierno de Nuevo León e Iberdrola México inauguraron el programa social Luces de Esperanza en el estado, que en su primera fase de implementación en la región beneficiará a estudiantes y docentes de siete escuelas, brindando energía limpia y mejorando las condiciones educativas.
“Estamos viviendo una época en la que los desafíos ambientales, el cambio climático y la sostenibilidad son una preocupación mundial. Y frente a estos retos, la educación juega un papel fundamental en la sensibilización y en el impulso de prácticas responsables que contribuyan al bienestar de la comunidad y al cuidado del medio ambiente”, expresó la secretaria de Educación de Nuevo León, Sofialeticia Morales Garza, quien destacó el poder “transformador” de este tipo de alianzas con un fin social.
En su turno de palabra, la directora de Comunicación y Responsabilidad Social de Iberdrola México, Paola Martínez, aseguró que la llegada de Luces de Esperanza a Nuevo León supone “la primera fase de un esfuerzo a largo plazo”. Anunció una segunda etapa del programa para el próximo año y agradeció al Gobierno estatal la “excelente sinergia” lograda durante la instalación, en la que se creó un “círculo virtuoso” entre los diferentes actores.
“La educación es fundamental para la creación de una ciudadanía más responsable. Estamos convencidos de que, con la instalación de estos sistemas solares en sitio, haremos brillar el talento de niñas y niños”, agregó la directiva, previo a la develación de una placa conmemorativa junto a la secretaria Morales Garza.
Con una inversión de 7 millones de pesos, en esta etapa se instalaron sistemas solares – conformados por paneles y baterías- en siete escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria pertenecientes a diversas comunidades de los municipios de China, Galeana y Monterrey.
Entre estudiantes y docentes, el número de beneficiarios asciende a 187 por año, con un acumulado en los primeros cinco años de suministro de energía verde a 935 personas.
“Con el programa Luces de Esperanza podremos tener energía limpia y acceder a recursos tecnológicos como proyectores y bocinas, juegos interactivos y videos que ayudarán a que nuestro alumnado desarrolle habilidades cognitivas. Gracias al Gobierno de Nuevo León y a Iberdrola México por mostrar su compromiso con la primera infancia y hacer este sueño realidad”, explicó la maestra Flor Melissa Guerrero, directora del preescolar.
Iberdrola México puso en marcha Luces de Esperanza en 2019 y hasta la fecha el programa ha llegado a comunidades aisladas y sin conexión al sistema eléctrico nacional en cuatro estados: San Luis Potosí, Oaxaca, Puebla y Nuevo León.
El proyecto, que acumula una inversión de más de 50 millones de pesos, suma hoy más de 8,661 personas beneficiadas por la instalación de sistemas fotovoltaicos en sus viviendas y espacios comunitarios.
Luces de Esperanza -que cuenta con Iluméxico como aliado técnico- mejora la calidad de vida de las personas en aspectos esenciales como la salud, la educación o la seguridad. Además, disponer de energía solar supone un significativo ahorro para familias que gastaban buena parte de sus recursos en velas y pilas.