Cada vez son más las personas que expresan con acciones su preocupación por su salud. Hábitos de alimentación saludables y la realización de ejercicios son las primeras alternativas a las que acuden y es una clara señal de la conciencia que se ha tomado del cuidado de la salud, mental y física, pensando en llegar a la vejez de la mejor manera posible.
Cuidar de la salud supone abarcarla desde distintos puntos de vista y concentrándose en los aspectos que más atención necesitan. En esta oportunidad, nos centraremos en un problema muy común y necesario de resolver: el hígado graso. Al respecto hoy te contaremos sobre esta afección y te daremos a conocer una alternativa para repararlo.
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Desde Mayo Clinic señalan que el hígado es el órgano más grande de nuestro cuerpo y lo comparan con el tamaño de una pelota de fútbol. En este marco explican que el hígado puede acumular una gran cantidad de grasa, casos que principalmente se ven en personas con sobrepeso y obesidad, por lo que actuar cuanto antes ayudará a prevenir problemas de salud aún mayores.
Los malos hábitos en la alimentación y la falta de actividad física son algunos de los factores que influyen en esta enfermedad. Por ello es que los especialistas recomiendan cambios en la dieta, alejándose de las grasas saturadas y los azúcares, además del consumo de determinados alimentos que ayudan a reparar el hígado, eliminando la grasa acumulada y las toxinas que lo afectan.
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En este punto es que hoy te contamos sobre un jugo a base de una verdura y una fruta que repara el hígado graso. Se trata de la combinación de naranja y jengibre que tiene la capacidad de aportar propiedades antiinflamatorias y vitamina C a nuestro organismo.
Debes ingresar en una licuadora una naranja y un trozo de jengibre. Poner en marcha el electrodoméstico hasta lograr la consistencia deseada, añadiendo un poco de agua si queda muy espeso. Este jugo debe tomarse en ayunas, durante una semana, y recién hecho para que sus nutrientes sean mejor aprovechados.
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