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A medida que envejecemos o si realizamos actividad física intensa, es común experimentar molestias en los huesos. Para combatir esto, la reconocida experta en salud Boticaria García, junto con el entrenador Javier Butragueño, ha subrayado la importancia del ejercicio de fuerza para mantener huesos saludables y prevenir dolores. En su intervención en el programa “Órbita Laika”, García explicó que los ejercicios de fuerza ayudan a fortalecer la estructura ósea de una manera que los ejercicios aeróbicos, como correr o nadar, no pueden alcanzar.
¿Por qué el ejercicio de fuerza es clave para la salud ósea?
Mientras que los ejercicios aeróbicos mejoran la resistencia y el sistema cardiovascular, los de fuerza tienen un impacto directo sobre la estructura ósea. García explica que estos ejercicios, que implican trabajar contra una resistencia, obligan al músculo a activarse de forma que comunica con el cerebro, generando una respuesta que fortalece tanto los músculos como los huesos. Esta resistencia puede lograrse mediante el uso de pesas, bandas elásticas o el propio peso corporal en ejercicios como sentadillas y planchas.
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¿Cómo actúan las células musculares y óseas en este proceso?
García detalla que el miocito, una célula en el músculo, juega un papel crucial en la protección de los huesos, especialmente en la salud de los osteocitos, las células encargadas de la renovación ósea. Estos dos tipos de células, miocitos y osteocitos, tienen una relación simbiótica: cuando ejercitamos el músculo, enviamos señales al hueso para que se fortalezca, ayudando a prevenir condiciones como la osteoporosis. Esta conexión permite que el músculo y el hueso trabajen en equipo, por lo que al activar los músculos, también se estimula el fortalecimiento óseo.
¿Cuál es la técnica correcta para hacer ejercicio de fuerza?
Para obtener los beneficios de los ejercicios de fuerza, es fundamental realizarlos correctamente. García advierte que, si los ejercicios se realizan de forma inadecuada, el músculo no transmitirá el estímulo adecuado al hueso, y no se logrará el fortalecimiento esperado. Como explica la experta, “si el miocito hace una sentadilla mal ejecutada, el hueso no se hace fuerte”. Es decir, la técnica debe ser precisa para que ambos sistemas, muscular y óseo, se fortalezcan juntos.
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¿Qué beneficios adicionales ofrece el ejercicio de fuerza?
Además de prevenir dolores óseos, el ejercicio de fuerza ayuda a mantener una buena salud muscular y promueve una vida activa, especialmente importante con el paso de los años. Esta actividad no solo aporta beneficios a corto plazo, sino que fortalece el sistema musculoesquelético en su conjunto, reduciendo el riesgo de fracturas y dolencias óseas a medida que se envejece.
¿Cómo integrar este hábito en la vida diaria?
Para quienes recién se inician en el ejercicio de fuerza, García y Butragueño recomiendan una rutina sencilla que se adapte a cada nivel, idealmente bajo la supervisión de un profesional. La constancia es clave: hacer ejercicios de fuerza regularmente puede transformar la salud ósea y mejorar la calidad de vida, especialmente a largo plazo.