Las personas debemos prestar mucha atención al tipo de alimentación que llevamos a cabo a diario ya que de ella depende cómo será nuestra salud. Se trata de uno de los ejes fundamentales sobre los que nuestro organismo funciona y se mantiene a través del paso de los años por lo que es sumamente importante.
A través de la alimentación, el cuerpo humano recibe todos los nutrientes que por sí solo no puede producir. Estos son minerales, vitaminas, fibra y proteínas que se encargan de nutrir a los órganos y músculos, facilitando el funcionamiento de todos los sistemas que en este actúan y, principalmente, fortaleciendo a nuestro sistema inmunológico.
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Desde la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirman que la alimentación que elijamos afecta a nuestra salud por lo que necesitamos construir un futuro con suficientes alimentos nutritivos, inocuos y asequibles para todos.
Por su parte, el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores de México remarca que el estado de nutrición en las personas adultas mayores está relacionado con el proceso de envejecimiento y por la forma de alimentación mantenido a lo largo de la vida. Es en este punto que el refuerzo del sistema inmunológico es fundamental en todas las etapas de la vida, pero principalmente en la tercera edad.
El sistema inmunológico es una red compleja de células, tejidos, órganos y las sustancias que estos producen, y que ayudan al cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades, sintetizan los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos. Cuando el sistema inmunológico no funciona adecuadamente, deja el cuerpo susceptible a muchas enfermedades, es decir que la salud queda debilitada, de acuerdo a lo señalado por la Stanford Medicine Children's Health.
En este marco, existe un fruto del bosque ideal para sumar en la alimentación de las personas mayores ya que fortalece el sistema inmunológico. Se trata de la grosella negra, originaria de Europa, y que contiene fibra, vitamina C, potasio, hierro, calcio, fósforo y azufre (antioxidante), de acuerdo a un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (España).
Los nutrientes de la grosella negra aportan propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que colaboran contra el estrés oxidativo, retrasan el envejecimiento y refuerzan el sistema inmunológico, protegiendo a las personas ante afecciones y dolencias.
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