En la búsqueda de combatir la anemia, un padecimiento que afecta a muchas personas en todo el mundo, la dieta juega un papel fundamental. Aunque comúnmente se asocia el hierro con alimentos como las lentejas, existe un embutido que sorprendentemente contiene el triple de hierro: la morcilla. Este embutido tradicional, que forma parte de la dieta mediterránea, ha sido destacado no solo por su sabor, sino también por su alto contenido en hierro, lo que lo convierte en un excelente aliado contra esta afección.
La morcilla, elaborada principalmente a base de sangre de cerdo, se destaca por su valor nutricional en hierro. Mientras que 100 gramos de lentejas aportan alrededor de 3.3 mg de hierro, la misma cantidad de morcilla puede llegar a contener hasta 12 mg, lo que la convierte en una fuente mucho más eficiente de este mineral. Esta diferencia es crucial para personas que sufren de anemia o tienen bajos niveles de hierro, ya que este nutriente es esencial para la producción de hemoglobina, la proteína encargada de transportar oxígeno a través de la sangre.
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El hierro que contiene la morcilla, además, es del tipo hemo, lo que significa que es más fácilmente absorbido por el cuerpo en comparación con el hierro no hemo presente en alimentos de origen vegetal, como las lentejas o los pistachos. Esta es una de las razones por las que, desde una perspectiva metabólica, es más recomendable consumir morcilla que otros alimentos ricos en hierro de origen vegetal, aunque estos también tienen beneficios significativos para la salud.
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Sin embargo, el consumo de morcilla debe hacerse con moderación, ya que, como todo embutido, contiene altos niveles de grasa y sodio. El doctor Lorenzo Pérez Castillo, experto en longevidad y dieta mediterránea, recalca en su libro la importancia de incluir este tipo de alimentos en su justa medida, dentro de una dieta equilibrada que también contemple el consumo regular de frutas, verduras y otros alimentos ricos en fibra y nutrientes esenciales.
Además de combatir la anemia, la morcilla proporciona una sensación de saciedad que puede ser útil para quienes buscan controlar su apetito. Esto, sumado a su aporte calórico moderado en comparación con otros alimentos ricos en hierro, como los mejillones, la convierte en una opción interesante para quienes necesitan regular su ingesta diaria de calorías.