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Incorporar proteínas de alta calidad en la dieta es esencial para una buena salud. Entre las opciones disponibles, un alimento marino destaca por sus beneficios para controlar el colesterol y promover el aumento de masa muscular: los mejillones. Estos moluscos no solo son deliciosos, sino que también ofrecen una serie de ventajas nutricionales que los hacen indispensables en una alimentación equilibrada.
Los mejillones pertenecen a la familia de los moluscos y pueden encontrarse tanto en agua salada como en agua dulce. A pesar de su tamaño modesto, estos mariscos están repletos de nutrientes esenciales. Una docena de mejillones proporciona una cantidad de proteínas equivalente a 150 gramos de carne de ternera, posicionándose como una excelente alternativa para aquellos que buscan reducir su huella de carbono sin sacrificar la ingesta proteica.
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Una de las razones por las que los mejillones son tan beneficiosos es su alto contenido en proteínas de alta calidad. Los aminoácidos presentes en los mejillones son comparables a los encontrados en los huevos, considerados como el estándar en términos de calidad proteica. En comparación con las proteínas vegetales como el tofu, los mejillones contienen 22 gramos de proteína por cada 100 gramos, superando los 15 gramos por cada 100 gramos del tofu.
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Además de ser una excelente fuente de proteínas, los mejillones ayudan a controlar los niveles de colesterol. A pesar de la creencia popular de que los mariscos aumentan el colesterol en sangre, estudios recientes han demostrado que esto no es cierto para la mayoría de las personas. Solo una cuarta parte de la población, conocida como “hiper-respondedores”, puede experimentar un aumento en los niveles de colesterol LDL al consumir alimentos ricos en colesterol. Para el resto de la población, consumir mejillones no representa un riesgo significativo.
De hecho, los mejillones pueden ayudar a reducir el colesterol debido a su contenido de fitoesteroles, que inhiben la absorción del colesterol de la dieta. Un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Deakin en Australia encontró que el consumo de mejillones cultivados podría disminuir los niveles de colesterol en sangre, lo que beneficia directamente a la salud cardiovascular.
Los beneficios de los mejillones no se limitan al control del colesterol. Estos moluscos son ricos en vitaminas y minerales que fortalecen el sistema inmunológico, promueven el crecimiento y la reparación muscular, y mejoran la salud ósea y dental. Una taza de mejillones aporta casi el 20% de la ingesta diaria recomendada de vitamina C, esencial para el mantenimiento de los huesos y dientes, y rica en fósforo, que potencia su efecto.
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