Una vez más pondremos a los alimentos como responsables de la salud de las personas. En esta oportunidad los relacionaremos con los antibióticos creados científicamente ya que existe un producto natural que podría reemplazarlos debido a las propiedades beneficiosas con las que cuenta.
Lo primero a destacar es que los antibióticos pueden salvar vidas, según destaca el Instituto Mayo Clinic. Estos medicamentos creados científicamente son muy importantes porque se encargan de tratar infecciones bacterianas, previenen la propagación de enfermedades y minimizan complicaciones graves de algunas afecciones.
La miel como antibiótico
En este marco, te contamos que la miel es el alimento que se destaca como un gran aporte para el cuidado de la salud en general. Desde la Fundación Española de la Nutrición explican que se trata de un producto biológico que es muy complejo y que su composición nutritiva varía notablemente según el clima, la flora y la zona de origen.
Entre los componentes que posee la miel se encuentran hidratos de carbono, minerales y aminoácidos. Además, expertos de Mayo Clinic indican que este alimento es beneficioso para la salud ya que es rico en flavonoides, fenoles, ácidos orgánicos y enzimas que son antioxidantes que ayudan a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos, previniendo enfermedades relacionadas con el corazón.
Por otro lado, datos difundidos por la Asociación Médica Británica señalan que la miel ofrece propiedades antiinflamatorias y antibacterianas que colaboran en el tratamiento de infecciones del tracto respiratorio superior, la gastroenteritis y alergias. Además, según afirma la dietista Jordan Hill, su textura espesa y sus propiedades antimicrobianas alivian los síntomas de la tos. Es por eso que se destaca a este alimento natural como un posible sustituto de los antibióticos, siendo entonces un gran aliado para el cuidado de la salud.
Más allá de estos beneficios, es recomendable la consulta con un médico antes de incorporar la miel en nuestra alimentación. Esto principalmente para las personas que tienen sobrepeso o diabetes, mientras que no se recomienda para bebés menores de un año ya que puede causar botulismo debido a que este alimento podría contener esporas de Clostridium botulinum.