En la búsqueda constante de alimentos que promuevan la longevidad y mejoren la salud, el natto japonés se posiciona como un superalimento que, según científicos de las universidades de Beijing, Campinas y el Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología de Taizou, podría ser clave para vivir más allá de los 90 años.
Los doctores Fu Yujie, Anderson Sant'Ana y Yili Yang respaldan la idea de que este producto asiático no sólo es un manjar exquisito, sino que también tiene efectos significativamente positivos en la salud general del cuerpo.
El natto se elabora mediante la fermentación de semillas de soja con la bacteria Bacillus subtilis, creando una textura viscosa y un sabor peculiar. Aunque su gusto pueda considerarse exótico, en Japón es apreciado como un manjar y se consume comúnmente en el desayuno, acompañando de arroz condimentado.
Su proceso de preparación implica remojar, hervir o cocinar al vapor las semillas de soja antes de mezclarlas con la bacteria y dejarlas reposar durante un día.
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Este superalimento, aunque no es recomendado para dietas basadas únicamente en proteínas, se destaca por su contenido de ácidos grasos beneficiosos que regulan el colesterol y promueven la digestión gracias a su alta concentración de enzimas. Además, el natto es rico en proteínas, minerales y vitaminas, especialmente la vitamina K2.
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Los beneficios del natto japonés son notables y abarcan diversas áreas de la salud. Uno de los aspectos destacados es su capacidad para mejorar la salud cardiovascular, gracias a la presencia significativa de vitamina K2 que ayuda a prevenir la calcificación de las arterias, reduciendo así el riesgo de ataques cardíacos.
Además, el natto contribuye al fortalecimiento de los huesos mediante su aporte de calcio, esencial para prevenir enfermedades como la osteoporosis, que debilita el sistema óseo.
El nutriente también es reconocido por su impacto positivo en el sistema inmunológico debido a su alto contenido de probióticos, que combaten infecciones y mantienen una salud digestiva óptima con su potente función antibacteriana.
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