El anime " Dragon Ball " comenzó su versión televisiva hace 37 años, convirtiéndose en una de las series juveniles japonesas más populares en México, hoy recordamos sus inicios.
Un 26 de febrero de 1986, a más de un año de su éxito como historieta, las pantallas de televisión japonesas recibieron el primer vistazo de las aventuras de un niño con cola de mono, sorprendente fuerza y hábil en las artes marciales.
“El secreto de la esfera del dragón” fue el primero de cientos de episodios; sin embargo, pasaron otros siete años para que el título llegara a México.
Sin tener idea de lo que era, Gokú guardaba una de las siete esferas del dragón, que le regaló su abuelo antes de morir. Sería Bulma quien le explica qué es y lo convence de acompañarla en la búsqueda de las faltantes. Imagen: Toei Animation.
Akira Toriyama se inspiró en la clásica novela china "Viaje al Oeste", donde un monje sale en busca de los textos sagrados del budismo, en compañía del rey mono Sun Wukong y otros personajes. Así, el artista nipón presentó el épico -y a veces cómico- viaje en torno a la recolección de siete esferas mágicas.
La primera entrega arrancó con el encuentro entre el pequeño Son Gokú y una adolescente llamada Bulma. Él vive y entrena solo en la selva desde la muerte de su abuelo, sin conocer el mundo civilizado; mientras que ella es una muy inteligente citadina que con ayuda de su tecnología busca conseguir las esferas del dragón.
Aunque al inicio la trama sólo plantea reunir las siete esferas para hacer aparecer al dragón Shenlong y pedirle un deseo, más tarde surgen distintos villanos que impulsan el desarrollo de la historia, desde dinámicos combates cuerpo a cuerpo, hasta entrenar con diferentes maestros que le enseñan a Gokú cómo ser más fuerte.
Evolución del dibujo y la trama del anime. En el debut de Shenlong, el villano Pilaf pretende pedirle gobernar la tierra como deseo, mientras que una de sus últimas apariciones explicó cómo traer al "Super Sayajin fase dios". Imágenes: Toei Animation.
Tal y como sucede con otros títulos de anime (aunque no todos), "Dragon Ball" es la adaptación animada de la versión impresa desde noviembre de 1984, en este caso es homónimo del manga -o cómic- japonés.
Una práctica distintiva del mercado editorial en Japón es definir los géneros en función de su público meta. Las aventuras de Gokú se clasificaron como shonen, es decir, una obra dirigida a chicos adolescentes.
Al igual que otros ejemplos memorables del shonen, esta historia llegó primero a sus consumidores gracias a las impresiones semanales de la revista "Weekly Shonen Jump", de la editorial Shueisha.
Aunque el estreno de cada capítulo tiene lugar en revista semanal, la editorial publica volúmenes que compilan alrededor de diez episodios. Un usuario de Tumblr muestra en una misma imagen las portadas de los primeros 21 números. Imagen tomada de Tumblr.
El aumento en las ventas fue rotundo, al grado que los ejemplares en circulación de la "Shonen Jump" alcanzaron cifras millonarias. Fue ese acelerado éxito lo que, a menos de año y medio del estreno en cómic, impulsó la producción de la serie animada, de la mano de los estudios Toei Animation.
El autor, Akira Toriyama, no tenía en mente un proyecto tan ambicioso como el que ahora goza de fama mundial y que mantiene su popularidad entre chicos y grandes.
Esta nota de EL UNIVERSAL de 1998 cubrió la moda que "inundaba" los medios y habló de su autor, quien pasó de ser un dibujante anónimo a uno de los creadores favoritos del Público. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Sin embargo, en cuestión de una década, "Dragon Ball" inspiró a toda una nueva generación de mangakas (los artistas del manga), que crearon títulos también exitosos tanto en impreso como en televisión, como es el caso de "One Piece", "Naruto" y "Bleach".
Tras finalizar "Dr. Slump", Toriyama buscaba ideas para una nueva obra que se publicara en serie. Su editor, Kazuhiko Torishima, le sugirió crear una historia de peleas, en vista de que ambos sabían cuánto disfrutaba Akira las películas de kung fu.
Tras un lapso de prueba y error, se definió la propuesta de "Dragon Ball"¸ que logró un éxito considerable a partir de los capítulos del Torneo de Artes Marciales. Fue así que en menos de dos años la empresa Toei Animation no dudó en lanzar la versión animada, el resto ya es historia.
Inspirado en la cultura china, el folklor japonés y rasgos de otras civilizaciones orientales, Toriyama introdujo una propuesta refrescante, esto en parte por su original mundo con dinosaurios, peleadores y tecnología futurista.
Una escena exclusiva del anime se da durante el encuentro final entre Gokú y Kid Buu, cuando distintos villanos de la serie ven el resultado de la batalla a través de una gigantesca bola de cristal desde el infierno de su universo. Imagen: Toei Animation.
El crítico de manga Jason Thompson opina que, además, "Dragon Ball" fue innovador porque en su época no era usual que el personaje principal saliera de la imagen de un hombre fuerte. Según Thompson, esto le abrió la puerta a muchos otros héroes del medio que lucen más amigables que rudos.
Del mismo modo, según confesó el autor en una de sus esporádicas entrevistas, sus conocidos esperaban que Gokú ganara el torneo de forma directa, cosa que en la trama tomó su tiempo. Es decir, no hizo un protagonista regular, según dijo “ya que soy perverso, cuando me decían eso yo respondía ‘¡como si lo fuera a dejar ganar!’ ”.
La tarea de introducir el torneo en las aventuras de Gokú fue una idea que Toriyama ejecutó para hacer del pequeño peleador un personaje un tanto menos plano, en respuesta a observaciones de Torishima. Consciente de que en "Dr. Slump" las escenas de competencias habían sido las más exitosas, el autor fue al ataque.
(Haz clic aquí para abrir en otra ventana).
En sus inicios Pokémon se pensó como un videojuego RPG en que los monstruos podían pasar de una consola portátil a otra, pero hoy es uno de los mejores ejemplos de franquicias exitosas con el tema de los torneos. En el video se ve a Ash Ketchum, protagonista de la serie animada, triunfar como Campeón Mundial, una trama que habría triunfado por la influencia de Dragon Ball en el público. Tomado de YouTube.
Quizá sin la intención de llegar tan lejos, Akira Toriyama no sólo acertó y catapultó su obra a la fama, sino que sentó un precedente para muchos otros shonen, en que las competencias y torneos entre personajes siguen cosechando sus ganancias entre el público.
Como es de esperarse, desde los años noventa "Dragon Ball" tuvo sus detractores entre el público, así como razones para ser criticado. Una de las principales polémicas en décadas pasadas fueron las escenas violentas en las que, una y otra vez se involucran los “Guerreros Z”.
En 1998, cuando EL UNIVERSAL reportaba acerca de una obra de teatro para público infantil, basada en este ánime, se hizo énfasis en que el proyecto no presentaría violencia. En vez de ello, se daría atención a una historia de superación personal.
Un momento inesperado para los fans de Gokú fue ver al peligroso Majin Buu curar a un niño de la ceguera que padecía de nacimiento. Toei Animation.
Para 1999, también en las páginas de este diario, se publicó la opinión del monero argentino Miguel Repiso “REP”: “para mí, Dragon Ball Z es una porquería”. El caricaturista explicó que él prefería dibujar historietas “dignas de leer por un ser humano”.
Más de uno de los fans que vivieron la llegada de Gokú a las pantallas de televisión mexicanas recordará, sin lugar a duda, que no faltaban familiares o conocidos que compartían opiniones como las anteriores.
A pesar de ello, el trabajo de Toriyama llegó para quedarse en un lugar privilegiado por el público mexicano. Las primeras transmisiones para México tuvieron lugar en 1994, en la televisión de paga, y para 1997 ganó su espacio en el Canal 5.
Entre otros datos, esta nota mencionó que Toriyama llegó a prometerle a su joven público que en tanto él viviera, no dejaría de salir "Dragon Ball". Hemeroteca EL UNIVERSAL.
Uno de los ejemplos de este éxito, difícil de comparar si hablamos de series japonesas en nuestro país, se encuentra en nuestras páginas, que incluso cubrieron el fenómeno de los últimos episodios de "Dragon Ball Super", la más reciente serie de la franquicia.
Pero una muestra más humana de “la fiebre de Dragon Ball” yace en el impacto de la participación de artistas mexicanos en el doblaje mexicano de la serie. El caso más destacado son los actores que dan voz a los personajes, o bien, interpretaron las canciones de la cortinilla.
Mario Castañeda (Gokú), Ricardo Silva (canción “Cha-la head cha-la”), Gerardo Rayero (Freezer) y René García (Vegeta) son fáciles de reconocer, aunque sus caras no estén entre las más fotografiadas. No hace falta, pues basta escucharlos para saber de qué personaje se trata.
Mario Castañeda, René García y Gerardo Rayero (izq. a der.) se encargan de dar las voces en español a Gokú, Vegeta y Freezer, respectivamente. Archivo EL UNIVERSAL.
En una entrevista de 2015 para esta casa editorial, René García declaró que algo que les había dado su trabajo era el cariño de los fans. Según relató, en una firma de autógrafos que se realizó en Chihuahua, él y Castañeda se vieron en la ocasión de tener entre sus manos una urna fúnebre.
Al principio creyeron que se trataba de una broma de mal gusto, pero el hombre que les hizo tal petición explicó que eran las cenizas de su hijo, quien participó en la organización del evento en que se encontraban y por desgracia había muerto días antes.
Al final del día, tanto en el universo de "Dragon Ball" como en la vida real, son momentos así los que cuentan. Entre los comentarios de fans en YouTube puede leerse la opinión de un usuario que expresa que el “mejor poder” de esta franquicia no es ninguna técnica de pelea, sino conceptos como curar heridas y revivir a personas bondadosas e inocentes.
Al igual que sus fans, los personajes crecen y tienen sus propias familias, como es el caso de Vegeta, que figura en compañía de su hijo Trunks y su hija Bra. Imagen: Toei Animation.
Valores como la amistad, disciplina, protección y el honor son los que defienden los “Guerreros Z”, pero también los que atrajeron y se ganaron la lealtad de sus seguidores aquí, en nuestro propio planeta Tierra.