La Strelitzia reginae, mejorconocida como Ave del Paraíso, que despliega su singularidad en los jardines de Canarias, se ha convertido en una joya ornamental en climas cálidos alrededor del mundo. Originaria de Sudáfrica, esta planta destaca por sus flores que evocan la cabeza de un ave exótica.
La Ave del Paraíso, despliega su singularidad en los jardines de Canarias. Fuente: Freepik.
Con sus tres pétalos naranjas y tres pétalos azules, la flor de la Ave del Paraíso emerge como un espectáculo de colores y formas. La planta comienza a florecer después de varios años de madurez, entre 3 a 5 años desde la siembra y generalmente es en los meses más cálidos. Las cultivadas a partir de semillas pueden tardar más, ofreciendo la recompensa de su belleza única con paciencia y cuidado.
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Las flores, en la planta como en arreglos florales, ofrecen una estética única. Además, contribuye a mejorar la acústica, absorbiendo y difuminando los sonidos del entorno.
- Manchas en las hojas: Se recomienda evitar la exposición directa al sol, moviendo la planta a un lugar con luz indirecta.
- Plagas: Las placas se deben tratar con insecticidas adecuados o remedios caseros como jabón insecticida.
- Falta de floración: Si tu planta no florece, ajusta la luz o asegura un período de descanso con temperaturas más frescas. Además, podes optar por cambiar el tamaño de la maceta.
- Hojas dañadas: Deberas podar la planta cuidadosamente para mejorar su estética.
La Ave del Paraíso, despliega su singularidad en los jardines de Canarias. Fuente: Freepik.
- Riego: Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), mantén el suelo uniformemente húmedo sin empaparlo. En invierno, reduce el riego y permite que el suelo se seque ligeramente entre riegos.
- Ubicación: Esta planta requiere abundante luz natural para florecer. Colócala cerca de ventanas que reciban luz solar directa o intensa. Evita rincones estrechos y asegúrate de que tenga espacio para crecer en altura y anchura.
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- Luz: La Ave del Paraíso prefiere luz natural brillante. Por eso, en interiores, colócala cerca de una ventana con luz solar directa durante varias horas al día.
- Abono: Utiliza un sustrato bien drenante basado en turba. Fertiliza cada dos semanas con un fertilizante equilibrado durante la temporada de crecimiento.
- Temperatura: La Ave del Paraíso prefiere temperaturas cálidas, manteniéndola en un rango de 18 a 24 grados. Protégela de corrientes de aire frío y evita temperaturas por debajo de los 10 grados.
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