Chabelita llegó a la Merced recién cumplidos los 18 años de edad y actualmente tiene 65, un hijo, es cabeza de familia y defiende su derecho a ejercer el trabajo sexual.
En la historia compartida por la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martínez A.C, Chabelita se describe como “una abuelita joven” que actualmente es promotora de salud sexual, pero al igual que otras compañeras trabajadoras sexuales en vejez, la pandemia las empobreció al 100%.
“La vejez en el trabajo sexual es muy difícil, muchas veces, así como llegamos, nos vamos; es decir, por semana llegamos a trabajar una vez, agarramos a un cliente, pero a veces es menos”, cuenta en el marco del Día Nacional del Adulto Mayor, que se conmemora este 28 de agosto.
“Yo todos los días me veo al espejo y a veces pienso ya se notan los años, pero yo solita me trato de animar, de arreglarme y sentirme mejor”, dice.
Lee también Abuelitos: ¿pueden denunciar si no los dejan ver a sus nietos?
De acuerdo con los datos proporcionados por la Brigada Callejera, las trabajadoras sexuales adultas mayores se enfrentan a una “complicada realidad” debido a que sus ingresos son menores, a medida que su edad es mayor.
Elvira Madrid, presidente de la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer E.M, A.C, menciona que la pandemia precarizó la situación de las trabajadoras sexuales independientes, disminuyendo sus ingresos hasta en un 70%.
Antes de la pandemia, la organización estima que había 7 mil 700 trabajadoras sexuales ofreciendo sus servicios en la vía pública, pero ahora refiere que hay 15 mil 200, de ese total el 10% son adultas mayores, “abuelas que viven en condiciones precarias”.
Explicó que el conteo es parte de un diagnóstico que implementó la Brigada Callejera y, de la cifra total, la organización estima que el 40% son mujeres que habían dejado el trabajo sexual, pero han tenido que regresar a las calles.
Otro 40% son mujeres que iniciaron a raíz de la crisis, y el 20% restante representa a las que no están en un punto específico; es decir, caminan en vía pública buscando clientes. La Brigada Callejera ha documentado que del ingreso que perciben las trabajadoras sexuales dependen entre 4 y 5 personas, y en su mayoría las trabajadoras sexuales son cabeza de familia.
Lee también Las mejores 10 frases para felicitar a los abuelos en su día
Además, un 75% de quienes ejercen son mujeres y un 20% pertenecen a la comunidad de mujeres transgénero y 5% son hombres.
Se documentó también que las trabajadoras sexuales adultas mayores se han empobrecido a un 100% tras la pandemia. Han detectado además que en esta población la salud se ha visto severamente afectada, incluso registran un crecimiento en casos positivos a infecciones de transmisión sexual y VIH.
“El abuso económico por parte de los clientes a las trabajadoras sexuales adultas mayores es una constante, debido a que ellas se ocupan muy pocas veces, los clientes buscan ofrecerles menos dinero de lo que cobran por sus servicios o les llegan a ofrecer más dinero por realizar el servicio sin condón, la necesidad económica ha llevado a varias de ellas a acceder, aunque esa práctica pone en riesgo su salud”, señaló la asociación.
También te interesará:
Equipo de Taylor Swift “se rinde” ante mercancía no oficial en Foro Sol; compran este póster
Estos son los tipos de colágeno y el alimento donde se encuentran
Descubre el remedio para disminuir la papada y los cachetes sin cirugías
sal