De acuerdo con la celebración católica, el Día de la Candelaria se celebra el 2 de febrero porque fue el día en que la virgen presentó al Niño Jesús en el templo tras 40 días de su nacimiento.
La práctica de comer tamales es una tradición que funde la costumbre religiosa con la antigua tradición prehispánica, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, en la época prehispánica se ofrecían tamales en las fiestas que conmemoraban a los dioses.
Pero fue hasta la conquista que se unieron ambas creencias, por lo que ahora se comen tamales y se llevan las figuras del Niño Dios, cada segundo día de febrero.
Lee también: Día de la Candelaria: ¡De verde y de rajas! En México hay hasta cinco mil tipos de tamales
Asimismo, uno de los miembros del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), menciona en un artículo de dicha institución que los atoles y los tamales están entre las preparaciones culinarias más antiguas de los pueblos.
En el artículo también mencionan que la palabra tamal proviene del náhuatl tamalli, que significa “envuelto”.
Familia Zuñiga Sánchez elabora tamales para el 2 de febrero. Foto: Sirse Rosas
En México existen de 500 a cinco mil tipos de tamales, acorde con una publicación de la Biblioteca Vasconcelos en su cuenta oficial de Twitter.
Aunque los más populares son de salsa verde, de mole, de rajas y de dulce, la variedad de nombres y sabores es distinta en cada región del país.
Este platillo mexicano también tiene algunos mitos que, a juzgar por investigadores, son verdades.
Luis Alberto Vargas, miembro del Grupo Mexicano Antropología de la Alimentación de la UNAM, mencionó en una entrevista para dicha casa de estudios que un ingeniero en alimentos explicó que la costumbre de poner cáscaras de tomate en la preparación de los tamales sí ayuda a “esponjarlos” porque el tomate verde tiene enzimas que sirven para ésta función.
Lee también: Extranjero prueba un tamal por primera vez, pero... lo come con todo y hoja
Otra costumbre entre las cocineras es que deben ponerle a la vaporera una especie de aretes hechos con las hojas de tamal para que no escuchen los chismes. También mencionan que no debe haber pleitos al momento de la preparación o los tamales no se van a cocer.
Estudios sugieren que los cambios en el sabor, textura y olor de los tamales, se altera según el material con el que se envuelvan. Por esta razón los tamales oaxaqueños que están envueltos en hoja de plátano; tienen una consistencia diferente a los demás.
Familia Zuñiga Sánchez elabora tamales para el 2 de febrero. Foto: Sirse Rosas
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión y muchas opciones más.
aye / sal