La papada, esa acumulación de grasa debajo de la mandíbula, es una preocupación estética común en la era de las selfies y los dispositivos móviles. Aunque los factores que contribuyen a su aparición varían, incluyendo genética, cambios de peso, y hábitos de postura, hay buenas noticias: con ejercicios específicos y cambios en los hábitos, es posible reducir su visibilidad.
El primer paso para prevenir o tratar la papada es revisar nuestras posturas diarias. La tendencia a inclinar el cuello hacia abajo mientras usamos dispositivos móviles puede agravar el problema. Por tanto, más allá de los ejercicios, es importante mantener los dispositivos a la altura de la cara y trabajar con monitores de computadora correctamente ajustados para mantener una postura erguida.
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Más allá de la postura, ciertos ejercicios diarios pueden fortalecer los músculos del cuello y mandíbula, ayudando a reducir la papada. Aquí te presentamos tres ejercicios efectivos que puedes comenzar a intentar ya mismo desde donde te encuentres.
Este ejercicio implica levantar la barbilla y colocar la mano debajo de los músculos de la mandíbula. Se debe estirar hacia adelante y hacia arriba, manteniendo la tensión durante 10 segundos, y luego relajar durante otros 10 segundos. Repetir este movimiento alrededor de diez veces ayuda a tonificar la zona bajo la mandíbula.
Consiste en abrir la boca lo más posible y mover la mandíbula inferior hacia adentro y hacia afuera. Este movimiento debe repetirse unas doce veces. Este ejercicio no solo trabaja los músculos de la mandíbula, sino que también ayuda a mejorar la flexibilidad de estos músculos y eliminar la papada.
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Hacer un gesto de beso mientras se mira hacia arriba y mantener esta posición durante 10 segundos puede ser muy beneficioso para la papada. Luego, se relaja durante otros 10 segundos y se repite varias veces. Combinado con giros de cabeza, donde se gira la cabeza hacia un lado y se estira la mandíbula hacia adelante, alternando la dirección, este ejercicio mejora la flexibilidad y fortalece los músculos del cuello y la mandíbula. Se recomienda hacer alrededor de diez repeticiones por cada lado.
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