El cáncer de próstata es una de las enfermedades silenciosas en las primeras etapas. Esta afección se produce cuando las células de la próstata empiezan a crecer de una manera descontrolada, lo que termina desarrollando tumores en la glándula prostática, que produce parte del líquido seminal. Aunque en algunas ocasiones esta enfermedad no muestra síntomas en sus etapas iniciales, es de suma importancia conocer cuales son las señales que podrían indicar su presencia.
El cáncer de próstata se puede manifestar de varias maneras, siendo los adenocarcinomas los más comunes. Estos tipos de cánceres se originan en las células glandulares de la próstata, desempeñando un papel crucial en la producción de semen. A pesar de la gran variedad de tipos, la mayoría de los cánceres de próstata tienden a desarrollarse de manera lenta, aunque en algunos casos pueden propagarse rápidamente, lo que hace que su detección sea fundamental.
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Algunos de los síntomas que pueden alertar sobre el cáncer de próstata pueden variar según la persona. En las primeras etapas, esta enfermedad suele ser asintomática, pero a medida que avanza, pueden ir surgiendo señales importantes, uno de los más comunes es el problema para orinar, disminución de la fuerza del flujo de orina, presencia de sangre en la orina o el semen, dolor en los huesos, la pérdida de peso inexplicada y la disfunción eréctil.
Varios de los factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer de próstata. Un factor muy importante es la edad, ya que el riesgo aumenta significativamente después de los 50 años. También los antecedentes familiares de la enfermedad, especialmente entre padres, hermanos o hijos, pueden aumentar el riesgo. La obesidad se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de próstata en algunos estudios realizados.
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La prevención es fundamental en la lucha contra el cáncer de próstata. Para disminuir el riesgo, pueden tomarse medidas como mantener una dieta equilibrada, incorporando frutas, verduras y cereales integrales. Se recomienda elegir alimentos saludables y no depender de suplementos, ya que estos han demostrado no ser efectivos en la disminución del riesgo de cáncer de próstata. La actividad física constante y mantener un peso saludable también son pasos importantes en la prevención de esta enfermedad. Es esencial evitar la obesidad a través del ejercicio, acompañado de una buena dieta para mantener la salud prostática.