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Al igual que los seres humanos, los perros también pueden desarrollar ceguera y aunque esto cambiará en mucho su percepción del entorno, lo cierto es que son animales con una increíble facilidad para adaptarse a las situaciones y en concreto a las dificultades sobrevenidas. De la misma forma que habrás visto animales a los que les falta una pata y que juegan con los demás sin inmutarse y sin que esto les impida relacionarse y seguir sus instintos, también la ceguera es una situación que puede superarse.
Cuidar a un perro ciego implica comprensión, paciencia y amor. Con la orientación adecuada y una atención centrada en sus necesidades especiales, estos valientes amigos peludos pueden continuar llevando vidas plenas y felices. La ceguera no define su bienestar ni su capacidad para disfrutar y compartir amor incondicional. Acá te compartiremos algunas pautas esenciales de Elena Torrens, educadora canina y ATV, para garantizar el bienestar de tu compañero canino con discapacidad visual.
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Adaptación natural
Los cachorros ciegos de nacimiento se adaptan más naturalmente que aquellos que pierden la vista con el tiempo. La torpeza es la principal condición que empieza a hacerse palpable cuando un perro deja de ver adecuadamente, sin embargo hay casos en los que no es nada evidente para el dueño que algo ocurre con su compañero.
Por otro lado, lo cierto es que siendo la visión un sentido importante, no lo es tanto como el olfato y el oído, por lo que según el perro va perdiendo visión, va agudizando aún más estos otros sentidos, que ya de por sí tiene plenamente agudizados en su condición de can y así va compensando sus necesidades.
Cómo ser consciente de que tu perro pierde visión
- Bastón casero: Similar a un bastón para personas ciegas, un bastón casero puede ayudar a evitar que el perro choque con muebles mientras se adapta a su entorno.
- Cuidados en el hogar: Una de las situaciones más difíciles para un dueño es empezar a atar cabos y descubrir que tu perro está experimentando problemas de visión. Es muy importante que estés a su lado en todo el proceso de adaptación a la ceguera. Ten en cuenta que al principio se sentirá muy inseguro, busca la forma de que la casa mantenga siempre la misma disposición de los muebles, una vez que el perro memorice el mapa mental de su propio hogar podrá hacer una vida normal. Al adoptar a un perro ciego, proporciona inicialmente un espacio reducido en un hogar grande, ampliándolo gradualmente para facilitar su adaptación. Guía al perro con una correa a su llegada, permitiéndole oler y familiarizarse con diferentes áreas. Retira temporalmente objetos peligrosos.
- Paseos con precaución: El comportamiento de tu perro no será el mismo que el de otro que sí puede ver, por lo que si esta condición no es evidente porque el cristalino de tu mascota no denota ceguera, es importante que adviertas de esta situación en todo momento en el que pueda entrar en conflicto con otros perros o pueda darse una situación de vulnerabilidad.
- Estimulación y felicidad: Fomenta el desarrollo de los demás sentidos del perro. Introdúcelo a diferentes estímulos y relaciones, manteniendo una vida activa y feliz. Utiliza juguetes que emitan sonidos para enriquecer su experiencia, asegurándote de estar presente para generar confianza.
- Amigos de cuatro patas: La compañía de otros perros puede ser beneficiosa. No solo fomenta relaciones especiales, sino que también proporciona ayuda y protección.
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Lo importante cuando tenes un perro ciego es que estés a su lado, comprendas en qué consisten los cambios y trates de prestarle la ayuda que él necesita, sin sobreprotegerlo, ya que aprendiendo a ser lo más autosuficiente posible es como él podrá hacerle frente a esta nueva situación sin que ésta suponga un cambio radical en su vida.
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