Cuidar la salud mental de los perritos es tan importante como cuidar su estado físico ya que, al igual que las personas, pueden experimentar sentimientos como estrés, ansiedad o tristeza, lo cual, además de afectar su estado de ánimo y comportamiento, también puede generarle daños físicos.
La salud mental y emocional en los amigos perrunos se refiere a su capacidad para manejar y expresar sus emociones de forma equilibrada y adaptativa, y el área de la medicina veterinaria encargada de cuidar ese aspecto es la etología.
“Se trata de una rama importante dentro de la medicina veterinaria, ya que estudia el comportamiento animal. Un etólogo se dedica principalmente a observar e identificar cuál es el comportamiento que está teniendo una mascota, y con base en ello poder establecer algún tipo de tratamiento, si es que así lo requiriera”, explica Hadad Emmanuel Leones Viloria, coordinador médico del hospital Veterinario de la Universidad del Valle de México (UVM) Coyoacán.
Un perro saludable debe estar muy bien equilibrado en cuanto a su comportamiento, ya que, de lo contrario, puede generar problemas de salud física y emocional. “Si tenemos una mascota que vive bajo un estado de ansiedad y estrés, es muy probable que pueda tener repercusiones en su metabolismo”, recalca.
Aclara que el estudio de la etología está basado en los procesos fisiológicos y neurológicos, y los etólogos son médicos veterinarios, por lo que no debe confundirse con otras personas que ofrecen servicios como el adiestramiento canino.
“El etólogo tiene una base científica, sabe por qué se puede generar algún tipo de conducta fisiológicamente, sabe cuál debe ser el comportamiento normal de una mascota e incluso puede identificar profesionalmente la necesidad de utilización de algún tipo de medicamento, ya que, como médico, tiene la facultad de poderlo recetar”, detalla.
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Problemas que suelen presentarse en los perros, como agresividad, ansiedad o desapego son daños emocionales que pueden generar otros problemas importantes en las mascotas.
“Hay algunas razas que tienden a tener más problemas de comportamiento, por ejemplo, lo vemos en los chihuahueños, que son muy apegados a una persona o están muy acostumbrados a que los estén cargando, y cuando alguien trata de acercarse reaccionan de una forma agresiva. Eso denota un problema de comportamiento en la mascota que debe ser atendido”, describe Leones Viloria.
“Yo recomiendo que, en estos casos, los tutores de las mascotas se acerquen directamente con un médico veterinario para que los pueda ayudar a resolver todas sus dudas y preocupaciones”, recalca.
Pero la mayoría de los problemas de comportamiento no dependen solo del perro, sino que los tutores juegan un papel importante en ello. “El etólogo no solamente va a identificar el problema en la mascota y actuar al respecto enfocándose en ella, sin que también va a ayudar educando a los propietarios, porque no se puede tener un correcto estado de salud de la mascota sin que los tutores actúen de la forma adecuada”, señala.
“Hay veces en las que en la misma casa hay comportamientos muy diferentes. Si alguien consiente al perro y otro le llama la atención, pues obviamente la mascota se va a ir con quien se sienta más a gusto. Es por eso que toda la familia debe mantenerse en la misma sintonía para ayudar siempre a las mascotas”, recomienda.
Muchas veces, al hospital veterinario de la UVM llegan tutores para la revisión de sus perros cuando presentan comportamientos atípicos, como lamerse mucho las patitas o que vomitan seguido, y cuando esto no tiene que ver con, por ejemplo, un proceso infeccioso, lo más seguro es que se trate de un problema de comportamiento, abunda Leones Viloria.
“Hoy existe mayor conciencia en la población sobre estos temas, y los tutores ahora buscan que el bienestar de sus mascotas sea total. Entonces, nosotros como médicos veterinarios detectamos que si alguna mascota tiene un problema de ansiedad, agresión, miedo o de cualquier tipo de comportamiento, les sugerimos que generen una cita con etología para que les pueda hacer una valoración y darles su opinión al respecto”, menciona.
El especialista señala que los etólogos no imponen o regañan a los dueños para que cambien ciertas actitudes hacia sus perros, sino que les hacen sugerencias encaminadas a mejorar el bienestar de sus animalitos de compañía.
Leones Viloria apunta que es importante hacer conciencia de que se trata de una vida. “Los perritos tienen los mismos derechos que las personas a estar sanos, a estar felices y a estar correctamente equilibrados mentalmente. Ellos no tienen una voz como nosotros, entonces sí tenemos que estar muy al pendiente de nuestras mascotas y lo que puedan sentir”, indica.
La etología es un área que se estudia después de los seis o siete años que tarda un médico veterinario en obtener su cédula profesional, y en tiempos recientes ha tenido un auge importante debido precisamente a que existe mayor conciencia de cuidar la salud mental de los animales. Además, cada vez más planes de estudio contemplan esa área.
“La salud mental de los perros es un tema que tenemos que ir abriéndolo cada vez más hacia los tutores y los mismos médicos veterinarios”, recalca Leones Viloria.
¿Qué puede afectar la salud mental de tu mascota?
Fabiola Rocha, médica veterinaria y gerente de Comunicación Científica de Royal Canin, dice que para garantizar al máximo el bienestar de los animales de compañía es necesario informarse sobre las maneras para reducir y controlar situaciones de estrés, asistiendo con un especialista y conociendo el comportamiento de su mascota. Para ello, compartió algunos escenarios a los que se debe poner especial atención.
Mudanzas o remodelaciones: Los perros son animales de hábitos y rutinas muy claras, por lo que trasladarlos a un nuevo hogar o hasta cambiar los muebles de la casa puede representarles situaciones de estrés, desorientación y miedo. Se recomienda ir acostumbrando a las mascotas a permanecer durante algunas horas aislados en habitaciones o espacios determinados, permitirles oler e investigar de manera tranquila y sin alteraciones, además de guiarlos a los nuevos espacios donde se encontrarán sus alimentos y área de descanso.
Viajes en auto: No todos los perros responden igual a ciertas experiencias, este es el caso de los paseos o viajes en auto. Para ir acostumbrando poco a poco a la mascota a ser un buen compañero de viaje es importante que vea los paseos como parte de su rutina, es decir, hacer desplazamientos cortos con mayor frecuencia y ser cariñosos en el proceso. Los ruidos del vehículo y los sonidos exteriores pueden ser muy abrumadores para las mascotas, por lo que acostumbrarse a nuevos movimientos, trayectos y velocidades le ayudará a mantenerse tranquilo al pasar el tiempo.
Tormentas y truenos: Como sucede con la pirotecnia, los sonidos fuertes y repentinos pueden generar gran ansiedad en los animales de compañía. Los etólogos recomiendan mantener la tranquilidad y actuar con normalidad, en principio porque al acariciar excesivamente a la mascota durante estos momentos de estrés podría ser interpretado como una respuesta agradable a su conducta miedosa. En este caso, se puede ayudar al perro encontrándole un lugar seguro para refugiarse y poner su cama en un lugar que amortigüe el sonido de los truenos y no pueda ver los relámpagos, poner música suave y si tiene algún juguete, dárselo para que se relaje y reduzca su ansiedad.
La llegada de un bebé a casa: Los llantos, juguetes ruidosos, las visitas y los cambios en las rutinas diarias de todos los integrantes de la familia son algunos de los factores que podrían generar ansiedad en los perros. Ante esta situación, es común que los perros tengan poca capacidad de autocontrol, busquen espacios de soledad o aumenten la frecuencia de sus ladridos. Es de suma importancia que frente a estos cambios en el comportamiento se pida la asistencia de un etólogo que pueda hacer recomendaciones que mantengan la seguridad y la armonía en el hogar.
Es un campo nuevo de especialidad en la Medicina Veterinaria, la cual se encarga de la prevención, diagnóstico y tratamiento de los problemas de comportamiento en perros y gatos.
La gran mayoría de los animales con problemas de comportamiento no son simplemente animales “mal portados”. Tienen trastornos emocionales que se reflejan mediante conductas inapropiadas.
Los problemas de conducta deterioran la relación humano-animal y son la causa número uno de abandono o eutanasia en animales de compañía. En la mayoría de los casos, estos problemas pueden ser tratados médicamente, además de proveer al propietario con la educación e información adecuadas para formar dueños responsables y animales de compañía mejor adaptados a la vida social con el humano.
Los perros pueden presentar distintos comportamientos cuando se estresan:
Los perros pueden contagiarse del estrés de sus dueños, incluso detectándolo a través del olfato y las señales no verbales, de acuerdo con una investigación de la Universidad de Linköpingm en Suecia.
Al respecto, Sofía Rodríguez Viniegra, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, destacó que los perros no solo aprenden el lenguaje no verbal de los humanos, sino que también detectan el estrés a través del olfato y pueden adquirir ese estado de ánimo de sus dueños.
Cuando los humanos experimentan estrés, liberan altos niveles de cortisol, y los perros pueden detectar esta sustancia con su olfato, lo que contribuye a su contagio emocional.
El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales en momentos de estrés y ansiedad, y su presencia prolongada en el organismo puede causar problemas de salud. En este sentido, es vital que los dueños tomen medidas para minimizar el estrés en sus hogares, no solo por el bienestar de sus mascotas, sino también por su propia salud, recalcó Rodríguez Viniegra.
Hospital Veterinario de la Universidad del Valle de México (UVM) Coyoacán
Calzada de Tlalpan 3058, Coapa, CDMX.
Horario: Lunes a viernes de 9:00 a 19:00 horas y sábados de 9:00 a 14 horas.
Hospital Veterinario de Especialidades en Fauna Silvestre y Etología Clínica de la UNAM.
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Ciudad Universitaria.
Es un muy popular juguete para entretener a los perros, especialmente los más ansiosos, que es una estructura de la cual tiene que sacar lo que hayas metido dentro, como una salchicha o algo de su alimento favorito.
Este comedero inteligente se encarga de que tu perro tega comida fresca cuando no estás en casa. Desde cualquier lugar, se puede programar mediante una app la cantidad exacta de alimento que necesita.
Este juguete interactivo ejercita el cerebro del perro, entrena su sentido del olfato y desarrolla sus habilidades de pensamiento. Cuando abren el mecanismo deslizante con sus manos, pueden acceder a las golosinas, lo que da una sensación de logro y aumentar la motivación.
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