El sueño es uno de los pilares fundamentales para una vida saludable. Según la investigación, la falta de sueño no sólo te hace sentir agotado, sino que también puede contribuir al desarrollo de problemas de salud graves, como enfermedades cardíacas, diabetes y depresión. Con eso en mente, ¿cómo podemos mejorar nuestro descanso? Te compartimos siete estrategias que, respaldadas por la ciencia y te ayudarán a dormir mejor.
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De acuerdo con National Geographic estos son las 7 estrategias para mejorar el sueño
Mantén una rutina constante de sueño
Una de las mejores formas de mejorar tu descanso es ser regular en tus horarios para dormir. Levantarse y acostarse a la misma hora todos los días, incluso durante el fin de semana, ayuda a tu cuerpo a regular su ciclo natural de sueño. Según expertos, una rutina constante favorece un descanso más profundo y reparador.
Limita la cafeína y el alcohol
Aunque una taza de café por la mañana puede parecer inofensiva, la cafeína puede afectar la calidad del sueño incluso si se consume temprano en el día. Lo mismo ocurre con el alcohol: aunque te haga sentir somnoliento al principio, interfiere con el ciclo del sueño REM, lo que lleva a un descanso menos reparador. Según investigaciones de MRI Global, es mejor evitar ambas sustancias antes de acostarse.
Crea un ambiente propicio para el descanso
La calidad del sueño mejora significativamente cuando se duerme en un ambiente oscuro y fresco. Evitar la exposición a pantallas electrónicas antes de dormir también puede hacer una gran diferencia, ya que la luz azul de los dispositivos interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.
Desarrolla una rutina nocturna relajante
Elaborar un ritual antes de acostarse, como leer un libro o practicar meditación, puede ser muy útil para indicarle al cuerpo que es hora de descansar. Según el pediatra Ari Brown, las rutinas no son solo para niños: los adultos también se benefician de la consistencia a la hora de acostarse.
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Evita las siestas prolongadas
Dormir durante el día puede alterar tu ciclo de sueño, sobre todo si las siestas son demasiado largas o demasiado tarde. Lo ideal es limitar el descanso diurno a unos 20 o 30 minutos para evitar afectar el sueño nocturno.
Incorpora ejercicio en tu día
La actividad física no solo es beneficiosa para el cuerpo, sino que también ayuda a dormir mejor. Sin embargo, los expertos recomiendan evitar hacer ejercicio muy cerca de la hora de acostarse, ya que esto puede tener el efecto contrario y dificultar el sueño.
Gestiona el estrés antes de dormir
El estrés es uno de los grandes enemigos del descanso. Antes de acostarte, trata de resolver cualquier preocupación o anótala para dejarla de lado hasta el día siguiente. Las técnicas de relajación y meditación pueden ser grandes aliadas para reducir la ansiedad y promover un mejor descanso, según la Clínica Mayo.
Dormir mejor está al alcance de todos con estos pequeños ajustes. Recuerda que el descanso no solo te ayuda a sentirte bien al día siguiente, sino que también es crucial para tu salud en general.
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