Con raíces en Oriente y considerado un verdadero fósil viviente, el Ginkgo biloba, conocido como "albaricoque plateado", ha sido una planta ancestral utilizada en fitoterapia y la medicina tradicional china. Rosa López Monis, licenciada en Biología Molecular de la Universidad de Segovia, destaca que el extracto de esta planta ha sido empleado durante mucho tiempo en el tratamiento de trastornos circulatorios, como várices o hemorroides, así como en condiciones como asma, tinnitus, vértigo y cefaleas.
Según organismos de salud europeos, el Ginkgo biloba, además de su beneficio para problemas relacionados a la sangre, también podría tener efectos beneficiosos en el control de signos asociados al envejecimiento, como pérdida de memoria, deterioro cognitivo y demencia.
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La clave de los efectos positivos de esta planta, según López Monis, radica en sus extractos, que incluyen terpenoides, flavonol glucósidos y proantocianidinas con propiedades farmacológicas. Entre estas propiedades destaca su capacidad para activar plaquetas y aumentar el flujo sanguíneo periférico y cerebral. Además, se cree que puede modular neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina, convirtiéndose en un aliado potencial en tratamientos para condiciones de salud mental, como la depresión.
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Además de sus beneficios circulatorios y en la sangre, el Ginkgo biloba presenta otros efectos positivos según Mundo Deportivo. Actúa como antioxidante, bloqueando los radicales libres en el organismo y combatiendo el envejecimiento celular. Aumenta los niveles de energía, combate el cansancio y la fatiga, y mejora la circulación. Sorprendentemente, también se ha asociado con el aumento del deseo sexual y podría ser beneficioso en casos de disfunción eréctil.
Para aprovechar terapéuticamente estas propiedades de la planta, se recomienda optar por comprimidos con extracto de Ginkgo biloba en las dosis adecuadas, con indicaciones precisas de médicos con orientación naturista o en fitoterapia. Los efectos positivos pueden empezar a notarse a partir de las cinco semanas de tratamiento, aunque la duración puede variar según el caso. También es posible preparar infusiones con hojas disecadas de Ginkgo biloba, disponibles en dietéticas o herboristerías, ofreciendo una opción versátil para integrar los beneficios de esta planta ancestral en la rutina de cuidado de la salud.
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