La resiliencia es una cualidad que le permite a las personas desarrollar la capacidad de adaptarse y enfrentar cualquier escenario ante la complejidad que involucra. De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología, la resiliencia es el proceso de adaptarse a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión.
Desde problemas familiares, relaciones personales, complicaciones de salud; hasta situaciones financieras estresantes; la resiliencia funciona como una herramienta para librar a las personas del estrés y la angustia que implican estas complicaciones.
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En el mundo laboral, la resiliencia también puede funcionar como una cualidad personal que incrementa el valor del trabajo de quien es capaz de adaptarse ante el cambio que implica cualquier entorno y equipo de trabajo.
Cabe destacar que la resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene. Sino que incluye conductas, pensamientos y acciones que cualquier persona puede aprender y desarrollar.
Ser resiliente permite a los trabajadores analizar una determinada situación o problema sin involucrarse de forma emocional, aumentando la probabilidad de enfrentar de forma rápida y asertiva. Por lo tanto, la empresa puede disociarse aceptando la existencia del problema buscando formas de solucionar las problemáticas.
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