El órgano más extenso del cuerpo humano es la piel. Es uno de los más expuestos y que demuestra a simple vista el paso del tiempo en rostro, manos y cuello. Cuidarla es una tarea importante que debemos incorporar en nuestras rutinas diarias, pues de ella dependerá si queremos lucir jóvenes y brillando con luz propia.
Por lo general, cuando se habla del cuidado de la piel, la mayoría pone sus pensamientos en torno al rostro y las manos, pero en esta oportunidad nos vamos a enfocar en el cuello. El motivo es que a partir de los 40 años de edad aparecen las arrugas en el cuello y se acentúan las de los párpados y las de la frente.
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Para prevenir arrugas, especialmente en áreas expuestas al sol, es crucial proteger la piel de la exposición solar excesiva. Esto implica el uso de protector solar con un factor adecuado, así como prendas protectoras como sombreros y gafas. Limitar la exposición al sol, especialmente al mediodía, también es importante para mantener una piel saludable y prevenir el envejecimiento prematuro.
Sin embargo, cuando las arrugas en el cuello ya comienzan a aparecer, aparece una planta que es una fiel aliada del cuidado de la piel. Se trata del aloe vera, también conocido como sábila, que es una planta que ofrece numerosos beneficios porque tiene múltiples propiedades y nutrientes excepcionales.
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Con respecto a las arrugas del cuello, se recomienda la aplicación del aloe vera en esta área durante 20 minutos. Esta planta, en su interior, contiene un gel que puede extraerse fácilmente y así de fácil también es colocarlo en la zona a tratar. El resultado será notorio con el paso de las sesiones en que lo utilicemos y para retirarlo solo debemos enjuagar con agua tibia. Este mismo procedimiento se puede utilizar en otras partes del cuerpo. Los beneficios están garantizados.
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