Los son animales sumamente limpios y que constantemente se acicalan con la lengua para eliminar la suciedad y el exceso de pelo, los gatos tienden a mostrar hostilidad cuando su cuerpo entra en contacto con el agua, por eso es recomendable usar espuma. Debido a que los gatos suelen mostrar hostilidad hacia el baño y lo propensos que son a cambios en su rutina, es necesario acostumbrar a tu mascota desde pequeña al baño y al secador para que pueda tomar la rutina de baño, como algo normal. Si tu gato ya está grande y no se deja bañar es recomendable usar el baño en seco, si quieres saber más, no te pierdas la siguiente información.

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La limpieza en seco no necesita de agua, solo de espuma y se puede comprar en tiendas especializadas en mascotas, esto junto con un cepillado adecuado para eliminar el pelo muerto, puede ser una excelente manera de mantener a tu gato en una higiene óptima. El tipo de baño dependerá de las características de tu gato, si tiene pelaje largo, corto o si tiene problemas con su piel y los productos que usarás como shampoo, espuma y espray antiparasitario.

Recuerda que debes tener tacto y paciencia al bañar a tu gato, incluso si a tu gato le gusta el agua. 

Foto: Producción El Universal
Recuerda que debes tener tacto y paciencia al bañar a tu gato, incluso si a tu gato le gusta el agua. Foto: Producción El Universal

¿Cada cuánto debo bañar a mi gato?

De acuerdo con María Besteiros, Auxiliar técnico veterinario y peluquera canina y felina, lo ideal es que los gatitos y su madre pasen juntos las primeras 8 a 10 semanas, luego tendrán más independencia y podrían trasladarse a sus nuevos hogares, completar la desparasitación y vacunación y adaptarse a su nueva vida, que incluye el baño. Por lo tanto estamos hablando de gatos de 3 a 4 meses en adelante, cuando ya se consideran independientes para bañarse. Si tu gato tiene 3-4 meses o más y no suele salir a la calle, un baño mensual es suficiente, recomienda la experta.

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Recuerda que debes tener tacto y paciencia al bañar a tu gato, incluso si a tu gato le gusta el agua, cualquier movimiento brusco puede causar estrés y dificultar la sesión de baño. Puedes utilizar una tina o recipiente que sea adecuado a su tamaño, cuando termine la tarea, seca a tu felino con mucho cuidado con una toalla. Si es invierno, también puedes utilizar un secador de pelo para acelerar el secado, aunque el ruido que hace suele provocarles ansiedad y estrés. Después de secarlo por completo y calmarlo, puedes cepillarlo para mantener su pelaje brillante y suave y además mantener a tu mascota relajada.


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