Con información de Gabriel Sánchez, Ruth Gómez y Carlos Villasana.
Cerca de la sexta parte de los usuarios del STC Metro se preparan para modificar sus trayectos por los próximos ocho meses, a causa del proyecto de modernización de la Línea 1 que contempla elementos como vía, cableado y obra civil.
De acuerdo con cifras del Gobierno de la capital, esta fue la línea más transitada de todo el sistema el año 2021. Con más de 131 millones de usuarios de enero a diciembre, transportó 15.72% del total de usuarios, alrededor de un sexto del total del STC, que rebasó los 830 millones.
La ruta que recorre hoy en día de Pantitlán a Observatorio es también la más antigua del país y la segunda de América Latina, sólo por detrás del “Subte” de Argentina, de 1913. La construcción por etapas de la Línea 1 , así como los altibajos en su haber, es una historia que vale la pena recordar.
Antes del Metro, la Ciudad de México contaba con autobuses, tranvías y hasta carros tirados por animales, dependiendo qué década del siglo XX se recuerde. A finales de los años 60 la capital registraba una circulación diaria de 272 mil vehículos locales y 14 mil de los estados colindantes.
Tranvías, autobuses y taxis eran las opciones de transporte en la capital poco antes del metro, en los años 60. Colección Carlos Villasana.
Ya desde la década de 1950, el gobierno del antiguo Departamento del Distrito Federal había buscado soluciones para el acelerado incremento de tránsito en la ciudad. Por su parte, los recientes viaductos vehiculares sólo beneficiaban a particulares con carro propio y no eran prácticas para el transporte público.
En vista de que no era factible sólo aumentar las flotillas de autobuses, que para entonces ya se agrupaban en 91 líneas, se optó por una alternativa bajo tierra. De esta forma se evitó caer en futuros problemas como aumento dramático en la contaminación o extender tiempos de traslado por mayor tráfico.
Fue en durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, en 1969, cuando la ciudad “estrenó” la entonces maravilla tecnológica que le permitió por primera vez desplazarse por debajo de sus calles. En un incio la Línea 1 recorrería de la estación Zaragoza a Chapultepec.
Gustavo Díaz Ordaz, entonces presidente de la República, afirmó el día de la inauguración del STC que conducir un tren del STC era "relativamente sencillo". Archivo EL UNIVERSAL.
El 4 de septiembre de 1969 EL UNIVERSAL informó que, a las 8:45 de la mañana, el Canal 2 transmitiría la inauguración a todo color. El presidente Díaz Ordaz encabezó el acto al conducir el primer recorrido como operador de la cabina, para lo cual colocaron una banda tricolor a los vagones del convoy.
Como es de esperarse, meses antes el tema ya era una sensación, puesto que incluso en junio previo se dio acceso al público, con motivo de dar pláticas que ayudaron a familiarizarse con la vanguardia del transporte público.
Se sumaron documentales a la programación del día, que trataron temas como el funcionamiento, las fases de construcción y el presupuesto necesarios para realizar el Sistema de Transporte Colectivo.
Como ingeniero civil, Bernardo Quintana participó en gran parte de la realización de proyectos como Ciudad Universitaria, el STC Metro y varias hidroeléctricas. Archivo EL UNIVERSAL.
También hubo entrevistas a personalidades involucradas al proyecto, como el ex alcalde de Monterrey y Director General del STC,
Leopoldo González Sáenz, y el ingeniero civil Bernardo Quintana , quien representó gran parte de la iniciativa detrás de proyectos emblemáticos de la infraestructura capitalina, como Ciudad Universitaria.
Tras el evento oficial, los primeros usuarios reales del STC Metro vivieron la experiencia de los primeros recorridos a partir de las 6 de la mañana del 5 de septiembre. Un boleto costaba un peso con 20 centavos, o sólo 20 centavos a partir de diez boletos.
La novedad de la tecnología era tal que en las páginas de este diario se publicaron explicaciones del uso de las instalaciones. En una entrevista de 2019, un usuario recordó quedar impresionado por la eficiencia, silencio y rapidez del Metro.
Publicidad que explicaba el funcionamiento del STC en septiembre de 1969. Se puede apreciar un acercamiento al uso de los torniquetes, quizá de las mayores innovaciones al transporte de entonces. Hemeroteca EL UNIVERSAL.
El Metro se distinguió además en el uso de ilustraciones para cada estación de este transporte. EL UNIVERSAL compartió breves explicaciones del por qué detrás de cada elección. En Balderas, un cañón por las piezas de artillería de la Plaza de la Ciudadela; en Salto del Agua, una fuente por la monumental toma de agua que marcaba el fin del acueducto Chapultepec.
No hay duda de que el ámbito de la cultura se benefició también de esta primera línea del Metro, pues un par de años después los reflectores centraron su atención en vestigios históricos como la pirámide del dios del viento Ehécatl, en la estación Pino Suárez.
Otro caso fue la escultura de la diosa lunar Coatlicue, también descubierta durante las obras del primer segmento del STC.
Gracias el hecho de estar sobre los pasillos del transbordo de la estación Pino Suárez, la "pirámide de Ehécatl" ha sido vista cada año por más de 50 millones de usarios, según cifras del gobierno en 2009. Especial.
De acuerdo con las autoridades del STC, más que labores de mantenimiento, el proyecto que comienza este 9 de julio con el tramo
Pantitlán-Balderas será toda una reconstrucción de la Línea 1. El medio siglo de historia que lleva consigo esta infraestructura respalda la necesidad de renovación que tiene este sistema.
Entre 1970 y 1972 la Línea 1 se extendió a Juanacatlán, Tacubaya y Observatorio, pero sería hasta 1984 cuando el recorrido llegó hasta Pantitlán, en el marco de la construcción de las líneas 4, 5 y 6.
Pese a que el proyecto original estaba concluido con el tramo Zaragoza-Observatorio, la conexión entre las líneas 1 y 5 (Politécnico-Pantitlán) sería mejor si se realizaba más al oriente de la ciudad. Así se decidió la última expansión de la Línea 1.
Obras de la construcción de la Línea 9 del Metro, en mayo de 1986. Esta ruta permite trasladarse de Pantiltán a Tacubaya, de forma casi paralela a la Línea 1. Especial.
El resto de la década de 1980 e inicios de los 90 trajeron los trabajos finales para los otros destinos de Pantitlán, que desde entonces conecta las líneas 1, 5, 9 y A.
Desde su conclusión en 1984, la Línea 1 tiene en su haber un solo accidente mayor: el choque de los trenes 33 y 38 en la estación Tacubaya, cerca de la media noche del 10 de marzo de 2020. El saldo fue de una víctima mortal y 41 heridos.
Por supuesto, el incidente que no puede olvidarse es el incendio del Puesto Central de Control I del STC en enero de 2021. A un mes del suceso, las Líneas 1 y 3 continuaban con afectaciones como intervalos de hasta 10 minutos y quejas de usuarios por “servicio a medias”, sin mencionar los cortes de electricidad.