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“Dale de Comer al Árbol”, iniciativa de activistas ambientales que reverdece Tlatelolco

Descubre la iniciativa comunitaria que trasforma espacios verdes en Tlatelolco

Restauración de áreas verdes en Tlatelolco. Foto: Isela Hinojoza
14/07/2024 |15:23
Isela Hinojoza
Coeditora en El UniversalVer perfil

Con pala y rastrillo en mano, camina por las jardineras de la colonia Tlatelolco, en la Ciudad de México, donde vigila el bienestar del suelo y la vegetación, y se alegra al mostrar la interacción que tienen las aves e insectos polinizadores con estos espacios verdes que ella ha cuidado por 13 años.

La habitante de esta colonia y educadora ambiental platica desde el año 2011, cuando llegó a vivir a esta zona, inició con la misión de restaurar las áreas verdes que se encontraban en estado deplorable.

“Después del terremoto del 85, mucho cascajo de derrumbes fue a dar a las jardineras, lo que afectó a los suelos destinados a la vegetación… el suelo estaba muy compactado, incluso en algunas zonas era color gris”, explica Ameyali a EL UNIVERSAL.

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Iniciativa de actividades ambientales que reverdece Tlatelolco. Foto: Isea Hinojoza

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El primer paso, explica, fue juntar la hojarasca que caía de los árboles para con ella hacer acolchados que brindan nutrientes al suelo y mejor absorción de la humedad; no obstante, esto le generó conflictos con algunos vecinos, quienes creían que este elemento orgánico era basura y daba mal aspecto.

Crear conciencia, la primera misión

Conforme esta activista avanzaba en el cuidado de espacios verdes, también crecían los conflictos, pues incluso hubo momentos en que algunos vecinos le “aventaron a la policía”, porque no entendían el motivo de que no se retirara la hojarasca.

Estas acciones en contra dejaban en claro que, al igual que la vegetación, las personas también necesitaban ser nutridas, pero con educación ambiental, y de esta forma nació la iniciativa “Dale de Comer al Árbol” que logró la incorporación de vecinos al cuidado de espacios verdes y se les brinda información sobre todos los beneficios ambientales para esta zona.

Con el paso del tiempo, las personas se fueron sensibilizando con la importancia de nutrir las áreas verdes, por lo que algunos se unieron a esta misión y actualmente el colectivo está formado por unas 10 personas. Cabe destacar que, aunque no sean formalmente parte del colectivo, más vecinos se han unido en diversas acciones como vigilar, barrer, se comparten fotos y ayudan a elaborar letreros informativos.

En un recorrido hecho por EL UNIVERSAL, junto a Ameyali, Diana Yadira y Mayumi, también miembros del colectivo, se puede observar áreas verdes con gran vegetación, troncos saludables, gran presencia de polinizadores e incluso de hongos frondosos en algunas jardineras.

Iniciativa de activistas ambientales que reverdece Tlatelolco. Foto: Isela Hinojoza

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Los beneficios ambientales

La activista explica que el acolchado de hojarasca aporta carbono, “a través de su descomposición se liberan nutrientes, como potasio y magnesio, y si salen hongos es un mayor beneficio porque éstos le ayudan a los árboles a absorber de mejor manera los nutrientes”.

Este trabajo también ha contribuido a evitar inundaciones, ya que el suelo nutrido absorbe bien el agua y se evitan encharcamientos que antes se registraban en algunos pasillos. Asegura que, a la fecha, el proyecto “Dale de Comer al Árbol” ha intervenido alrededor de 2 mil árboles en las tres secciones de Tlatelolco y se espera seguir abarcando más.

Integración de fauna

“Gracias a su gran vegetación, Tlatelolco es como un oasis verde en medio de la ciudad”, refiere Ameyali y agrega que este ecosistema ha mantenido una sinergia también con la fauna.

Ahora, hay mayor actividad de aves, que esparcen semillas y favorecen el nacimiento de más vegetación, y de polinizadores, lo que se ha convertido en una tarea conjunta entre humanos y fauna en pro de las áreas verdes. La activista explica que, gracias a la colaboración de expertos, se determinó que unas 40 especies de aves se han observado en Tlatelolco, además del cacomixtle, por lo ya funciona como un ecosistema conjunto, sin dejar atrás la ayuda de los insectos.

Pero la misión de “Dale de Comer al Árbol” aún no termina, ya que analizan trabajar, junto con autoridades, en la creación de un Plan de Manejo Ambiental y que Tlatelolco sirva de inspiración para el rescate y mantenimiento adecuado de espacios verdes en todo Ciudad de México.

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