La salud es la condición de todo ser vivo que goza de un absoluto bienestar tanto a nivel físico como a nivel mental y social, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta se logra cuidado al organismo mediante una alimentación balanceada, evitando vicios y hábitos dañinos como el sedentarismo.
Muchos alimentos, principalmente los de origen natural, contribuyen en gran medida con el cuidado de la salud ya que nos suministran minerales, vitaminas, proteínas y demás nutrientes. En este marco, los especialistas en salud remarcan la importancia sobre las calorías de los alimentos que consumimos, algo a lo que debemos estar atentos también.
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Desde la Clínica Universidad de Navarra (España) explican que las unidades tradicionales de medida de energía o valor calórico de los alimentos son las kilocalorías, popularmente conocidas como calorías, y representan la cantidad de calor necesario para elevar 1ºC la temperatura de 1 litro de agua. Al respecto, la OMS especifica que para no sufrir desequilibrios, ni en el peso corporal ni en los nutrientes que recibimos para nuestra salud, debemos ingerir estas calorías de una forma equilibrada.
Aquí es donde surgen algunas incógnitas con respecto a ciertos alimentos y la cantidad de calorías que contienen. Hoy ponemos bajo la lupa a las papas fritas, un plato muy tradicional y del cual hay muchos mitos y estudios que dan cuenta sobre su impacto en nuestra salud.
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La Universidad de Harvard señala en un estudio que las papas fritas incrementan la glucosa en sangre y la secreción de insulina mucho más que otros alimentos. Incluirlas en exceso en nuestra alimentación supone un impacto negativo en la salud ya que tienen un alto contenido de grasas saturadas, trans y calorías, según la Sociedad Española de Cardiología. Se estima que una porción de 100 gramos contiene unas 300 calorías, siendo esta una porción considerada chica.
A pesar de que las papas aportan potasio y vitamina C, al estar fritas eso cambia y, como señala la nutricionista Fiorella Vitelli, no se las puede considerar como saludables por el aceite que se utiliza para freírlas. A esta afirmación se suma la de la nutricionista Patricia Chávez quien remarca que el problema principal con las papas fritas es justamente la fritura y la calidad del aceite utilizado. En este sentido, explica que eso aumenta el riesgo de aumentar el peso corporal y padecer enfermedades relacionadas con el corazón.
Por todo lo señalado, las personas con diabetes, quienes poseen niveles elevados de colesterol, aquellos que sufren de problemas cardiovasculares y de presión, y quienes desean bajar de peso deberían evitar sumar las papas fritas a su alimentación.
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