Aunque la lactancia materna es inherente a la humanidad, pero fue hasta 1990 que en conmemoración a la Declaración de Innocenti, firmada en agosto de 1990 por gobiernos, la OMS, la UNICEF y otras organizaciones, la efeméride de la que deriva la Semana Mundial de la Lactancia Materna.
La conmemoración de esta fecha busca contrarrestar la popularización de las leches de fórmula comercializadas por empresas y laboratorios masivamente desde 1970.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud reconoce a la leche materna como el mejor alimento que un bebé puede tomar. Además, se recomienda que la leche materna sea el primer alimento que un bebé tome, inmediatamente al nacer.
Dichas recomendaciones se extienden hasta los 6 meses de edad, y que hasta los 2 años los bebés se alimenten con una combinación de la misma con alimentos adecuados y nutritivos para su edad.
Además de proporcionar todos los nutrientes y la hidratación necesarios, la lactancia materna ayuda a prevenir infecciones gastrointestinales y respiratorias, obesidad, diabetes, leucemia, alergias, cáncer infantil, hipertensión y colesterol alto.
Del 1 al 7 de agosto la secretaría de Salud realizará acciones para celebrar la Semana Mundial de la Lactacia Materna, con el lema “Impulsemos la Lactancia Materna, Apoyando y Educando”.
A pesar de las recomendaciones internacionales, hay muchas personas en la calle que continúan discriminado e insultando a las madres que amamantan.
Para muchos, los bebés deben comer aislados y dentro de un sanitario o algún lugar alejado del ojo público. Muchas de estas ideas se deben a prejuicios, que están alejados de la ley.
Sin embargo, en México, la Ley General de Salud, en su artículo 64, contempla acciones en favor de la lactancia; en su fracción II Bis, donde señala lo siguiente:
Artículo 64.- En la organización y operación de los servicios de salud destinados a la atención materno-infantil, las autoridades sanitarias competentes establecerán:
II. Acciones de orientación y vigilancia institucional, capacitación y fomento para la lactancia materna y amamantamiento, incentivando a que la leche materna sea alimento exclusivo durante seis meses y complementario hasta avanzado el segundo año de vida y, en su caso, la ayuda alimentaria directa tendiente a mejorar el estado nutricional del grupo materno infantil, además de impulsar, la instalación de lactarios en los centros de trabajo de los sectores público y privado.
Es así que todo recién nacido tiene derecho a recibir una alimentación nutritiva que les asegure un desarrollo integral y saludable.
De igual manera, a ninguna mujer se le puede impedir el ejercicio de su derecho a amamantar, por ninguna causa.
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