Más Información
En un descubrimiento sorprendente, científicos de la NASA han identificado el mayor depósito de oro del planeta y no se encuentra en minas o en las entrañas de la Tierra, sino en los océanos. Según los datos recopilados por los investigadores, los mares y océanos albergan cerca de 20 millones de toneladas de oro disueltas en su agua. Esta cantidad es asombrosamente mayor que la cantidad total de oro que la humanidad ha recolectado a lo largo de toda su historia, que asciende a unas 200 mil toneladas.
Aunque esta cifra parece increíble, la extracción de este oro resulta extremadamente difícil y costosa. El oro está disuelto en el agua en concentraciones tan bajas que a pesar de la abundancia teórica, el proceso de obtención es inviable con la tecnología actual. La alta dispersión del metal en vastas áreas de agua marina hace que su recolección sea una tarea monumental, lo que pone en duda la viabilidad de una futura explotación a gran escala.
La magnitud de este descubrimiento pone en perspectiva la enorme cantidad de recursos naturales que los océanos todavía esconden, aunque el oro disuelto no es el único mineral valioso que se encuentra en sus profundidades. Los fondos marinos, en particular los depósitos hidrotermales conocidos como “fumadores negros”, también contienen minerales de gran valor.
Estos recursos, en su mayoría, están mucho más accesibles y listos para ser extraídos mediante técnicas de minería submarina, aunque este tipo de actividades plantea serios riesgos ambientales. La exploración de estos recursos no está exenta de controversias. La minería submarina ha comenzado en algunas áreas, como en Papúa Nueva Guinea, que otorgó el primer permiso de minería en 2017.
Sin embargo, la explotación de recursos en los océanos presenta desafíos tecnológicos y riesgos ecológicos considerables, ya que las operaciones podrían destruir hábitats marinos frágiles y alterar las cadenas alimentarias marinas.
Leer más: ¿Qué deportes son mejores para lograr el bienestar mental?; esto dice la lA
La creciente demanda de oro y metales preciosos podría impulsar la minería en los océanos, pero es crucial priorizar la preservación de los ecosistemas marinos para evitar daños irreparables. Aunque los océanos albergan grandes cantidades de recursos, como los 20 millones de toneladas de oro disueltas en el agua, los expertos advierten sobre los riesgos ecológicos de su explotación. La tecnología y los desafíos ambientales son obstáculos importantes y el futuro de la minería submarina dependerá de lograr un equilibrio entre la extracción de recursos y la protección del medio ambiente marino.