El tipo de alimentos que consumimos y el estilo de vida que mantenemos impactan de diversas maneras en la salud de nuestro corazón. La obesidad y el sedentarismo se presentan como enemigos del bienestar, por lo que ajustar todos los hábitos que tenemos resulta necesario si queremos un presente y una vejez saludables.
Consumir alimentos ultra procesados, ricos en macronutrientes de baja calidad y bajos en vitaminas y minerales, será un factor para la producción de enfermedades especialmente las cardiovasculares, asociadas también a la obesidad y sedentarismo, precisa la especialista en nutrición Lilian Contreras.
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En relación a la alimentación y la salud del corazón, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (Estados Unidos) hace hincapié en el consumo de grasas que son un tipo de nutriente que se obtiene de la alimentación y que son esenciales, aunque también es dañino comer demasiado.
En este punto, los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos advierten que las grasas saturadas elevan el nivel de colesterol malo, algo que incrementa el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular u otros problemas de salud mayores relacionados con el corazón. Por lo tanto, recomiendan evitar o limitar los alimentos ricos en grasas saturadas.
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Mejorar la elección de los alimentos que consumimos a diario impactará positivamente en la salud de nuestro corazón. Es por eso que te presentamos dos alimentos naturales que se recomiendan consumir para neutralizar los efectos en el corazón de las comidas saturadas en grasas. Se trata del cacao y del té verde.
El cacao contiene hierro, potasio, fósforo, selenio, folatos y niacina, según la Fundación Española de la Nutrición; mientras que el té verde aporta antioxidantes (catequina) y propiedades antivirales, inmunomoduladoras y antiinflamatorias, según un informe de la National Geographic. Por lo tanto, son alimentos que no deberían de faltar en tu alimentación.
Un estudio de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) señala que beber cacao o té verde junto con una comida rica en grasas ayuda a neutralizar los efectos de estas en el corazón y mejora la función de los vasos sanguíneos. La recomendación de los responsables del estudio es consumir dos tazas de té verde o cacao por día.