El azúcar es un componente omnipresente en nuestra dieta diaria. Desde la mesa del desayuno hasta los pasillos del supermercado, nos encontramos con una variedad de alimentos que contienen diferentes tipos de azúcar.
Sin embargo, no todos los azúcares son iguales ni tienen el mismo impacto en nuestra salud. Según la doctora Angélica Jiménez, creadora del método de Reacondicionamiento Metabólico, existen tres tipos de azúcares, y solo uno de ellos es considerado saludable.
El azúcar intrínseco es el único tipo de azúcar que no representa un riesgo para la salud. Se encuentra naturalmente en el interior de las frutas y verduras, y su estructura está acompañada de fibra, lo que permite que sea metabolizado de manera eficiente por nuestro cuerpo. La fibra actúa como una especie de malla que regula la liberación del azúcar en el torrente sanguíneo, lo que evita picos de glucosa y sus efectos negativos asociados, como el hígado graso o la diabetes. Además de las frutas y verduras, la leche y los yogures naturales también contienen este tipo de azúcar, en la forma de lactosa. Beatriz Robles, experta en seguridad alimentaria, señala que los azúcares intrínsecos no deben ser limitados, ya que no suponen un problema para la salud.
Lee también: 5 cuidados que debes tener con el consumo de azúcar
El azúcar añadido es, en palabras de los expertos, “muy mala” para la salud. Este tipo de azúcar se incorpora a los alimentos durante su procesamiento y se encuentra en productos como galletas, panes, tortas, bebidas azucaradas y postres. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) señala que el azúcar añadido incluye formas como la sacarosa, dextrosa, azúcar morena, miel y jugos concentrados.
Estos azúcares son calorías vacías, que no aportan nutrientes esenciales y contribuyen al aumento de peso, caries dentales, y enfermedades metabólicas como la diabetes. El consumo de azúcar añadido debe ser minimizado en la dieta, ya que su presencia en la mayoría de los alimentos procesados lo convierte en una amenaza para la salud pública.
Lee también: 4 alimentos económicos para reducir el colesterol y los niveles de azúcar en la sangre
El azúcar libre es otro tipo de azúcar que se debe evitar. Este se genera cuando las frutas son desnaturalizadas para convertirlas en jugos, batidos o smoothies. Durante este proceso, la fibra que naturalmente contiene la fruta se pierde, convirtiendo al azúcar en una sustancia libre que se absorbe rápidamente en el cuerpo, provocando efectos negativos similares a los del azúcar añadido. La doctora Jiménez advierte que el azúcar libre es particularmente dañina para el hígado, páncreas y metabolismo en general, y puede contribuir a la acumulación de grasa corporal. Es por eso que los expertos como Beatriz Robles recomiendan limitar al máximo su consumo.
De los tres tipos de azúcar, el intrínseco es el único que no daña la salud y puede ser consumido sin preocupación. Los azúcares añadidos y libres, por otro lado, deben ser evitados o consumidos en cantidades mínimas para prevenir problemas de salud a largo plazo. Es esencial leer las etiquetas de los productos y estar atentos a los ingredientes que terminan en "-OSA", como dextrosa o fructosa, ya que indican la presencia de azúcares dañinos. Optar por alimentos naturales, ricos en fibra y con azúcares intrínsecos, es la mejor manera de mantener una dieta saludable y equilibrada.