Los probióticos, que son microorganismos vivos beneficiosos para la flora intestinal, se han vuelto populares en la alimentación canina. Con frecuencia, se utilizan para mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y promover una mejor absorción de nutrientes en los perros. Pero, ¿qué tan efectivos y seguros son realmente estos suplementos para la salud de nuestras mascotas?
Según la veterinaria Cristina Pascual, los probióticos ayudan a equilibrar la microbiota intestinal del perro, lo cual es especialmente útil en casos de problemas digestivos como diarrea, estreñimiento o hinchazón. Al mantener un equilibrio adecuado en las bacterias del intestino, los probióticos contribuyen a:
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La composición de la microbiota normal en los perros incluye géneros bacterianos como Lactobacillus, Enterococcus y Bacteroides. Entre los productos disponibles en el mercado, destacan opciones como Animigo Probióticos Digestivos y Purina ProPlan Fortiflora, que contienen concentraciones adecuadas de estos microorganismos.
Además de los suplementos, algunos alimentos como el yogur, el kéfir y el queso fresco contienen probióticos de forma natural. Sin embargo, dado que algunos perros desarrollan intolerancia a la lactosa, es recomendable introducir estos alimentos gradualmente y observar posibles reacciones adversas.
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En general, los probióticos pueden ser un suplemento saludable y beneficioso para los perros, especialmente en situaciones de estrés o problemas digestivos. Sin embargo, es esencial contar con la orientación de un veterinario para garantizar que el uso de probióticos sea seguro y adecuado para las necesidades específicas de cada perro.